En estas fiestas decembrinas se incrementa el consumo de bebidas alcohólicas y de alimentos con alto nivel de grasas, excesos que pueden causar daños serios a la salud.
La doctora Laura Fuentes Picazo, coordinadora de Vigilancia Epidemiológica, explicó que ingerir bebidas embriagantes puede ocasionar cambios en la personalidad por afectación al proceso de pensamiento o juicio. “Por el alcohol, el individuo percibe situaciones fuera de la realidad que le provocan agresión física o verbal”, dijo.
Ocasiona también trastornos motores que pueden desencadenar temblores, ansiedad, depresión.
La especialista señaló que hay que tener cuidado con la depresión en esta época del año porque las personas depresivas que consumen alcohol pueden llegar hasta el suicidio.
Mencionó que los efectos del alcohol son retardados. “Aparentemente la persona se siente bien cuando consume alcohol y cree que actúa y habla de manera coherente y normal, cuando en realidad se comporta agresiva o melancólica”, señaló.
El alcoholismo es una de las causas más frecuentes de fallecimiento en relación a los accidentes automovilísticos. Esto es así porque hay pérdida de la condición muscular, alucinaciones, inhibe las funciones cerebrales.
Los consumidores de alcohol eventualmente pueden presentar una hepatitis alcohólica, que se puede complicar en una cirrosis hepática.
En casos extremos, la ingesta de alcohol puede provocar una intoxicación alcohólica, que regularmente requiere de hospitalización para que se le pueda controlar, y que de no atenderse a tiempo, puede ocasionar la muerte.
La especialista indicó que si va a consumir bebidas alcohólicas, lo recomendable es ingerir no más de 30 mililitro cada dos horas.
Por su parte, mencionó que en esta temporada decembrina, el consumo desmedido de alimentos ricos en grasa puede ocasionar aumento hasta de cinco kilos de peso.
Las grasas son parte de una dieta normal y balanceada, pero en exceso pueden provocar diferentes tipos de padecimientos, como por ejemplo, la pancreatitis, enfermedad grave que pone en riesgo la vida de un paciente.
El consumo excesivo de grasas también puede condicionar trastornos metabólicos, como la obesidad y el sobrepeso; estos a su vez pueden condicionar problemas como la resistencia a la insulina o diabetes mellitus, enfermedades que también ponen en peligro la vida a mediano o largo plazo.
Finalmente, la doctora Fuentes Picazo refirió que en esta época navideña hay que tener prudencia en el consumo de alimentos ricos en grasa ya que el incremento de peso corporal puede desencadenar padecimientos cardiovasculares, principalmente hipertensión arterial, infartos agudos al miocardio y problemas de embolias cerebrales.