En la madrugada del 5 de agosto de 1962 Allan Abbott debió ir a recoger el cuerpo de Norma Jean Baker, como realmente se llamaba, a su casa de Brentwood para llevarla a la morgue y luego enterrarla. Ahora, 43 años después, el encargado del servicio funerario, editó un libro donde cuentan los detalles |
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