En sus nobles afanes de tener lo que Dios o la genética le negaron: un trasero digno de presumirse. La actriz y cantante neoyorquina de 28 años publicó una instantánea donde por obra y (des)gracia del Photoshop le aparecieron curvas a su cintura, sus glúteos y hasta a la puerta que se aprecia detrás de ella |
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