Excélsior informa que la historia de Julius Yego es formidable, de aquellas de superación en que los límites se los ponía él mismo. Kenia, país famoso por el nivel de sus corredores, tiene otro campeón del mundo, pero en esta ocasión es de jabalina.

Él tuvo que remar contra corriente, debido a que desde niño le gustó el deporte, pero no encontró un entrenador que lo guiará en los lanzamientos, por lo que empezó a ver videos de sus ídolos en YouTube para aprender de ellos: movimientos, miradas, estilos…

Así empezó a mejorar sus marcas cada año hasta ganar el Campeonato Africano. Posteriormente, fue invitado para practicar con entrenadores europeos.

En su país se le conoce como “Mr. YouTube Man”.

Hoy se convirtió en campeón en los Mundiales de Beijing 2015, gracias a un lanzamiento de 92.72 metros, que, a la vez, le sitúa tercero en el ranking de todos los tiempos.

Antes del Mundial, el keniano tenía un registro de 91.39 y era candidato a subirse al podio.

El campeón olímpico, el trinitense Keshorn Walcott, no se clasificó a la final.

Yego inició con un lanzamiento nulo, en la segunda ronda registró 82.42 y en la tercera explotó su potencial, debido a que batió por metro y medio su récord personal para registrar 92.72, el mejor lanzamiento registrado en 14 años y el tercero en la historia desde que en 1985 se adelantó el centro de gravedad del artefacto para acelerar su caída y no poner en peligro a los espectadores.