Semana dio a conocer que cuando Annegret Raunigk, una profesora alemana de lenguas, pensionada, dio a luz a unos cuatrillizos el pasado mes de mayo a la edad de 65 años, muchos se fueron de para atrás por su particular caso. Incluso los médicos que ayudaron con el parto temieron que Neeta, Bence, Fjonn y Dries no lograran sobrevivir debido a que nacieron por cesárea y muy bajos de peso. 

Pese a esto, los pequeños que fueron fecundados gracias a la técnica de fertilización in-vitro (FIV) han respondido muy bien y están próximos a ser dados de alta del hospital Charite de Berlín. Raunigk planea mudarse de la capital alemana al campo para criar a sus retoños, pues quiere alejarse de la controversia que se produjo luego de que se sometiera al tratamiento de IVF en Ucrania para quedar embarazada a esa edad.

 Ella argumentó que lo hizo porque quería darle otro hermanito a su hija menor, Leila. Por eso fue a Kiev para que la ayudaran, pues en su país natal no la apoyaron por considerarlo un procedimiento de alto riesgo. 

Ahora solo quiere dedicarse a ellos. “Dormiré pocas horas pero sé que puedo cuidarlos”, declaró la mamá de cuatrillizos más vieja del mundo.