Excélsior informa que una joven pareja se dispuso a salir a pasear con su perro cuando, de pronto, se toparon con un tesoro que a muchos nos gustaría encontrar en nuestro propio jardín.
Resulta que el hallazgo fue una colección de 1.427 monedas de oro que datan de finales del siglo XIX y cuyo valor asciende a 10 millones de dólares.
Nadie sabe cómo llegaron a parar a la sombra de un árbol viejo sembrado en su jardín, ni quién las enterró, pero todas las piezas son auténticas y se encuentran en perfectas condiciones.
La pareja en cuestión pidió su anonimato para evitar visitantes inesperados que husmeen su propiedad para hallar el resto del botín.