Excélsior informa que un mes antes de que un dentista estadunidense decidiera disparar una flecha contra su cuerpo y perseguirlo por más de 40 horas a través de la sabana africana, Cecil, el gran león que ya se había hecho leyenda por su fuerza y conducta pacífica pero firme, un investigador de la Universidad de Oxford le tomó su última foto con vida.
Brent Stapelkamp, uno de los líderes del proyecto de conservación de los leones de Zimbabue de la universidad británica, recuerda a Cecil como un león confiado y fuerte.
En entrevista con el diario The Telegraph Stapelkamp habla de la impresión que le causó la muerte de Cecil a manos del dentista oriundo de Minnesota Walter Palmer y su hatajo de cazadores a sueldo.
El investigador de 37 años de edad dijo que no tenía idea que esa foto donde aparece junto a otro león más joven llamado Jericho sería la última en la que se le vería haciendo lo que mejor sabía hacer: dominar a su manada y reinar toda el área donde vivía protegido de los cazadores.
Mientras las redes sociales y la opinión pública condenan las acciones del hombre que le quitó la vida a este león, nos quedamos con la última evidencia de lo que Cecil fue en vida a través de una majestuosa imagen que resume la vida salvaje en África.