Excélsior informa que el príncipe Jorge, primogénito de los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, acaparó la mayoría de las miradas en el balcón del palacio de Buckingham, desde donde la familia real británica asistió a una exhibición aérea al término de un desfile militar en honor de la reina Isabel II.

El pequeño, de 23 meses y tercero en la línea de sucesión al trono británico, apareció por primera en vez junto a sus padres en la tradicional celebración del cumpleaños oficial de la soberana en brazos de su padre.

Jorge de Cambridge iba vestido de azul celeste, con una ropa similar a la que lució el príncipe Guillermo en 1984, cuando se asomó por primera vez al balcón del palacio en brazos de Carlos de Inglaterra.

Guillermo vestía el uniforme militar de gala, el mismo que llevaba su padre hace 31 años.

El desfile para conmemorar el 89 cumpleaños de Isabel II también fue la ocasión en la que Catalina reapareció en un acto público tras dar a luz el pasado 2 de mayo a su segundo hijo, la princesa Carlota.

La familia real británica al completo participó en los fastos para celebrar el aniversario, que se celebra varias semanas después de la fecha del nacimiento de la reina -el 21 de abril- para tratar de aprovechar el buen tiempo habitual en el mes de junio.

Aún así, el cielo se mantuvo hoy encapotado durante el desfile, que incluyó una exhibición de los aviones Red Arrows, la escuadrilla acrobática de la Real Fuerza Aérea británica (RAF).

Antes del espectáculo aéreo, más de 1.000 soldados marcharon por el centro la capital británica ante la mirada de miles de personas.

El príncipe Carlos, coronel del Regimiento de los Guardias Galeses de la Guardia Real, y su hijo Guillermo, coronel de los Guardias Irlandeses, recorrieron a caballo el trazado del desfile, mientras que el resto de miembros de la familia lo hicieron en carroza.

La reina, vestida con un traje claro y sombrero a juego, estuvo acompañada por su esposo, el duque de Edimburgo, también vestido con uniforme militar de gala.

Durante el desfile, se pudo ver ya al príncipe Jorge, que se asomó a una de las ventanas del palacio de Buckingham para ver la celebración.