Semana presenta a los personajes destacados en diversos ámbitos profesionales que en algún momento de su vida se han desempeñado como profesores
Barack Obama
El presidente de los Estados Unidos fue profesor en la Universidad de Chicago durante 12 años. Barack Obama, abogado de la universidad de Harvard, enseñaba Derecho Constitucional. Dejó de enseñar en el| 2004 cuando fue electo senador. Recientemente ha dicho a los medios que después de terminar su periodo en la Casa Blanca piensa volver a la enseñanza.
Dan Brown
El autor del best-seller El Código Da Vinci fue profesor de español en el colegio Phillips Exeter de New Hampshire de 1993 a 1996. Además, Brown daba clases de español a más de 250 alumnos en los cursos sexto, séptimo y octavo en el colegio Lincoln Akerman en el mismo estado. Después de tres años, dejó su carrera docente para dedicarse de lleno a la escritura.
Alexander Graham Bell
La vocación de este inventor por la docencia tiene profundas raíces familiares y emocionales. Su madre, una prodigiosa pianista, era sorda de nacimiento, al igual que su esposa. Su padre y su abuelo fueron profesores en una escuela para sordos. Esto hizo que el inventor del teléfono se inclinara por un tipo de educación muy especial. Desde 1871 y por más de una década Graham Bell dictó clases para sordos y profesores de sordos. Les enseñaba fisiología vocal, discurso, y los instruía en el uso sistemas que hacían el sonido visible, que habían sido inventados por su padre años atrás.
Sting
A este vocalista, compositor, activista, actor y filántropo también le quedó tiempo para ser profesor. Es pedagogo del Northern County College of Education de Inglaterra. En 1974, después de graduarse, fue profesor de inglés en una escuela primaria hasta 1977, cuando formó la mítica banda The Police.
Mr.T
Es famoso por la serie de los años 80 Los Magníficos, y por su característico aspecto. Sin embargo, antes de ser reconocido, este actor estadounidense fue profesor de educación física en Chicago durante la década de los setentas.
Brian May
Es bien sabido que el guitarrista de la banda Queen es doctor en astrofísica. Pero antes de ser uno de los famosos miembros de la agrupación liderada por Freddy Mercury, e incluso antes de obtener su doctorado, May fue profesor de matemáticas. Era la primera mitad de los años setentas cuando a este músico le ofrecieron un trabajo en Brixton, una zona marginada del Reino Unido. May confesaría años después que “lo más difícil de ser maestro era lograr que los alumnos se quedaran quietos”.
Al Gore
El ex vicepresidente y excandidato presidencial estadounidense fue profesor visitante de la Escuela de Periodismo de la prestigiosa universidad de Columbia, en Nueva York, en el 2001. La clase se llamaba Cubriendo la realidad nacional en la era de la información. Ese mismo año, Gore fue catedrático e investigador de la Universidad de California, en Los Ángeles, y dio clases en dos universidades estatales en Tennessee y Nashville.
Oprah Winfrey
La faceta de filántropa de la famosa presentadora es bien conocida y fue a través de esta que llegó a la docencia. Además de ser la dueña de una multimillonaria empresa de medios, Oprah se ha interesado en la educación, especialmente en la de niñas en condiciones marginales. En el 2007, fundó la Academia de Liderazgo para niñas Oprah Winfrey en Sudáfrica. Actualmente, 152 pequeñas reciben educación allí y una clase anual con la presentadora vía satélite.
Billy Cristal
Cuando aún la fama no le había sonreído, Crystal fue maestro sustituto en el Long Beach Junior High School de Long Island, Nueva York, cargo que ejerció intermitentemente desde 1970 hasta 1980. Por ser profesor sustituto, el actor y comediante debía estar listo para enfrentarse a cualquier grupo de estudiantes, de cualquier materia.
J. K. Rowling
La autora de la exitosa serie de Harry Potter solía ser profesora de inglés en un instituto de idiomas en Portugal. Devastada por la muerte de su madre, Rowling partió en 1991 para el país ibérico donde permaneció hasta 1993. Según lo ha mencionado en varias entrevistas, daba clases en las tardes y noches y así aprovechaba los días para continuar trabajando en el manuscrito que se convertiría en siete novelas sobre el mundo mágico de Hogwarts.