Infobae dio a conocer que la ubicación de un teléfono inteligente ya puede ser rastreada sin la necesidad de utilizar los datos del GPS o el Wi-Fi mediante el análisis de la utilización de su batería, según un informe realizado por la Universidad de Stanford y la consultora Rafael Ltd.
El dispositivo móvil utiliza más energía cuanto más lejos se encuentra de su antena y también por la mayor cantidad de obstáculos que se hallan en su camino para que le llegue la señal desde la base telefónica.
El uso de energía adicional de otras actividades podría tenerse en cuenta con algoritmos, descubrieron los investigadores, quienes crearon una app para recopilar datos sobre el consumo de energía.
"La aplicación maliciosa no tiene permiso para acceder a los proveedores de GPS ni tampoco otra ubicación (por ejemplo, la red celular o Wi-Fi)", afirma el equipo compuesto por Yan Michalevsky, Dan Boneh y Aarón Schulman, del departamento de Ciencias de la Computación de la estadounidense Universidad de Stanford, y Gabi Nakibly, de la consultora Rafael Ltd.
"Nosotros sólo asumimos el permiso para la conectividad de red y el acceso a los datos de potencia. Estos son permisos muy comunes para una aplicación, y es improbable levantar sospechas de parte de la víctima", aseguran los investigadores.
En la actualidad hay 179 aplicaciones disponibles en la tienda de aplicaciones de Android, Google Play, que piden esa información, agrega el equipo.
Actividad tales como escuchar música, activar mapas, tomar llamadas de voz o utilizar redes sociales son las que más consumen la batería, según publica la cadena BBC.
Las pruebas se llevaron a cabo en teléfonos que utilizan la red 3G, pero no midieron la intensidad de la señal porque este dato está protegido por el dispositivo.
"Relleno con sensores"
"Con los dispositivos móviles ahora ubicables, es preocupante que estemos viendo tantas formas en que se pueden utilizar para realizar un seguimiento", dijo el experto en seguridad cibernética Alan Woodward, profesor de la británica Universidad de Surrey.
"Creo que la gente a veces se olvida de que los teléfonos inteligentes están repletos de sensores, desde los giroscopios y GPS hasta los micrófonos más obvios y las cámaras", afirma el especialista.
"Este último trabajo muestra que incluso las características básicas (por ejemplo, el consumo de energía) tienen el potencial de invadir la privacidad si son monitoreadas en forma correcta", añade .
"Nos estamos acercando al punto en que la única forma segura de utilizar su teléfono es quitar la batería, aunque no todos los teléfonos permiten hacer eso", concluye Woodward.