“Comprar arte es exclusivamente cosa de ricos". Este pensamiento es muy común, pero no es un absoluto. En la realidad las obras de artistas famosos como Picasso o Münch, por ejemplo, suelen costar millones de dólares, pero también es cierto que en este mercado hay lugar para todos.
Si bien cifras exorbitantes de millones de dólares son comunes en subastas de Sotheby's, este mercado está a su vez compuesto por varios en el que todos tienen un lugar.
"Con una inversión desde 5 mil o 10 mil pesos, puedes conseguir una buena pieza", asegura Luis López Morton, director general de Morton, Casa de Subastas.
El arte y su entorno es sumamente peculiar y hay mucha información por conocer antes de entrar.
The Art Fund Association, una asociación conformada por inversionistas, proveedores de servicios y fondos de inversión en arte, sostiene una definición sobre este mercado: se caracteriza por la falta de una autoridad que lo reglamente y de un mecanismo para determinar el precio de las obras; por la falta de transparencia del mercado y la iliquidez del arte.
Es decir, este mercado está lleno de subjetividad. No hay manera de fijar precios de acuerdo con oferta y demanda, no hay nadie que vigile las transacciones y es muy difícil vender de manera rápida la obra si así lo necesitas o deseas.
"¿Por qué pagan por una escultura de Jeff Koons, un popeye, 30 millones de dólares? ¿Cuánto valdrá eso en 30 años? a lo mejor el triple o no vale nada, no sabemos, todo es subjetivo, depende de modas y de cómo influye la mercadotecnia y los artistas", explica sobre lo subjetivo López Morton.
En general, al hablar de arte, las versiones se contraponen. Mientras hay análisis (y especialistas, también) que sostienen que es invertir en éste es realmente una inversión financiera, hay otras investigaciones que apuntan lo contrario.
Según lo sostiene el trabajo de los profesores de negocios y finanzas, Jianping Mei y Michael Moses, comprar arte es una buena forma de diversificar un portafolio de inversión.
Ambos crearon el Índice Global de Arte Mei Moses, una familia de índices que arrojan el comportamiento histórico del arte como una inversión y un activo basado en las transacciones de subastas.
La idea de que el arte es una inversión es relativamente nueva y tiene apenas poco más de dos décadas, según lo que explica Javier Lumbreras, director general de ArteMundi Global Fund en México en un video titulado "El arte como activo de inversión".
"Esos estudios no sólo indican que el arte se ha revalorizado, sino que además se puede comparar su crecimiento y el comportamiento del activo del arte con otros tipos de activos", sostiene.
En una comparación entre este índice y el Standard and Poors -uno de los índices bursátiles más representativo de la situación del mercado, el cual se basa en la capitalización de las 500 grandes empresas que cotizan en Estados Unidos- se encontró que el arte tuvo un retorno de 10% entre el periodo de 1954-2004, más de lo que tuvo el oro, por ejemplo.
Sin embargo, los profesores encontraron que la volatilidad del mercado del arte es más alta que el índice S&P, lo que lo hace más riesgoso.
