AutoCosmos informa que para nadie es desconocida la pasión que tienen los fanáticos mexicanos por Renault, esa pasión ha pasado de generación en generación pues la marca del rombo siempre ha sabido combinar la polivalencia de sus productos desde hace más de medio siglo. Uno de los casos más recordados es el del Renault 8S que supo combinar la comodidad de un auto familiar con el desempeño de un deportivo y para muestra basta un botón: cuando el Ford Mustang ofrecía autos potentes con cuatro frenos de tambor, Renault ofrecía de serie frenos de disco en las cuatro ruedas que lo hacían ser eficiente y certero.
En el 2002 cuando Renault consolidaba su regreso a México nos trajo el Clio RS, un pequeño misil francés de 180 HP que además ofrecía el mayor equipamiento del segmento que dejó de venderse en los concesionarios en el 2006 por temas de paridad cambiaría.
Ese Hot Hatch dejó huella y los entusiastas preguntaban cada año ¿cuándo regresaría un Renault deportivo a venderse en las distribuidoras? Los fanáticos debieron esperar casi 10 años para satisfacer de nuevo sus necesidades del generado de adrenalina francés, que te traemos hoy en lo mejor del 2014.
Características técnicas y mecánicas
A diferencia del anterior Clio RS que portaba un motor de 2.0 litros, la cuarta generación que ahora nos ocupa ofrece un propulsor más pequeño en desplazamiento, pero asistido con un turbocompresor. Es de 1.6 litros y entrega la respetable cifra de 200 hp en el rango de las 6,000 rpm, la fuerza de torque es de 177 Lb-pie en un bajo rango de 1,700 rpm. La tracción es delantera y aquí viene una de las aportaciones tecnológicas más interesantes del RS (Renault Sport), una transmisión robotizada de doble embrague EDC (Efficient Dual Clutch) que es la primera vez que el fabricante francés la acopla en alguno de sus modelos de calle. Es prudente comentar que esta caja de cambios es de manufactura alemana y firmada por Getrag.
Las medidas del Clio RS son contenidas, muy propias de su segmento pero ahora y también por primera vez ofrece una configuración de cinco puertas, antaño las versiones deportivas del modelo solo eran de tres, lease Clio Williams o Clio RS
Confort
Como buen coche francés ofrece comodidad y ergonomía muy balanceada, los interiores son preponderantemente negros con vivos en rojo, resaltando un pespunte en el perímetro de las tapicerías y en la empuñadura del volante. También encontramos insertos de ese color en los paneles de las puertas, en el marco de la palanca de cambios y en el pomo de la misma. Volviendo al volante hay una marca roja justo a las 12, que nos indica que la dirección está derecha, un hecho muy usado en los coches de carreras y que le da un acento deportivo al conjunto.
Hablando de conectividad y gadgets divertidos el RS 200 los ofrece casi todos, están los de cajón que son Bluetooth para enlazar teléfonos con función de audio streaming, además de las obligadas entradas USB y Aux para conectar dispositivos reproductores de música.
Gracias a la electrónica se puede modificar el comportamiento dinámico del vehículo, Renault ha bautizado este sistema como R.S. Drive y ofrece la opción de elegir cuatro modos de manejo –Normal, Sport o Race-, en donde el conductor con el solo pulsar una tecla accede a ellos, siendo el más notorio el modo Race, que nos provee incluso de un Lauch Control y retarda el funcionamiento del control de estabilidad, la respuesta del acelerador además de modificar el sonido del motor.
Un detalle interesante que ofrece es el R.S. Monitor, un sistema que se grafica en la pantalla del tablero –la misma que se usa en el navegador- y que le brinda al conductor información sobre el desempeño dinámico del Clio, por ejemplo: aceleraciones, fuerzas G, así como unas gráficas similares a las de los dinamómetros con curvas de torque y potencia, en tiempo real.
Otro gadget muy interesante es una app llamada R.S. “Sound Effect”, en donde el conductor puede elegir el sonido ambiente en el interior de la cabina y hacer que su Clio se escuche como un Alpine A110, un R8 Gordini, un Nissan GT-R hasta un futurista Renault Reinastella del 2035 que suena como un OVNI, una aplicación que no entrega ninguna mejora dinámica pero que seguramente hará las delicias del conductor cuando maneje por una carretera sinuosa. ¿Cómo se consigue ese sonido? Mediante una programación con el equipo de audio que simula el “rumor” de la aceleración son sonidos precargados y que responden a los impulsos del potenciómetro del acelerador. El Datalogger es una apción sin precedentes en los coches de calle, ya que el Clio R.S. y esa App ofrecen la opción de vincular el vehículo en un sitio web ayudado de una unidad de almacenamiento USB en donde conductor puede “cargar” y “descargar” datos del comportamiento dinámico del vehículo y en el caso de que el usuario sea adepto a “jugar” con su Clio en una pista, via GPS se puede cargar el circuito y se almacenará en la memoria interna del auto y en cada vuelta –además de graficar la telemetría en la pantalla del auto- se subirá a ese sitio web provisto por Renault Sport en donde el conductor – o sus rivales- pueden consultar cronometrajes de vuelta o de la puesta a punto del Clio en tiempo real como en las categorías profesionales. Como dato cultural, el receptor de los datos no puede modificar en nada el comportamiento del motor, pero la telemetría le brindará información divertida y que quedará almacenada en el sito web del Clio RS, al que se accede creando un usuario y una contraseña.
Manejo
Sin duda le mejor parte y la expectativa era mucha. Al situarnos en el puesto de conducción nos damos cuenta del talante de la versión, los asientos son cómodos pero firmes, tienen los costados abultados para ofrecer una mejor sujeción en zonas sinuosas. Todo está al alcance de los dedos, incluso las paletas de cambio detrás del volante.
En el modo normal se maneja de forma confortable, pero no niega su talente deportivo. La suspensión es rígida y la sensación es incrementada por el bajo perfil 45 de las llantas 205, rin 17. La respuesta de la caja es suave y los cambios no son bruscos, si uno permite que el accionamiento sea completamente automático, es decir no patea como otras cajas robotizadas. Si elegimos el modo Sport las cosas empiezan a cambiar, la respuesta del acelerador es mucho más contundente –si abusamos del pedal, el gasto de combustible también lo será- pero eso se nos olvida en segundos, ya que la aceleración es rápida y divertida, aunado al sistema de apoyos hidráulicos de compresión de los amortiguadores hace que el comportamiento sea muy preciso, eso sí sacrificando un poco de confort.
En la pista, como bien hablábamos en el inicio de esta crónica, la polivalencia es una constante y podemos tener un vehículo de uso diario que mediante el toque de una tecla se vuelve mucho más divertido para una pista como es el caso de la de Centro Dinámico Pegaso en donde podemos llevar el Clio RS a límites que nos demuestren de que está hecho el vehículo y si es un digno sucesor de las glorias del RS de segunda generación que muchas glorias cosechó en México con los seriales Clio Cup de pista y Rallies con los seriales Clio Cup de pista y rally. Es un vehículo de reacciones rápidas, con mucho agarre mecánico y con un comportamiento predecible, es fácil llegar al límite y la nobleza del bastidor perdona errores en la pista, mientras no se abuse de las leyes físicas.
Conclusión
Un vehículo de nicho, que será escaso y no para todos, el precio es la primera limitante ya que por un poco más se puede comprar un SEAT León Cupra que ofrece 65 caballos de poder más y más o menos la misma tecnología que ofrece el Renault Sport, el diseño es polémico, a muchos les gusta y otros lo odian, pero sin embargo tiene esa magia que conquista al fanático recalcitrante de la marca y al ser un vehículo de bajo volumen, lo más seguro es que haya escases. Es una buena compra, pero definitivamente no la tiene fácil, ya que la competencia y la oferta disponible en el país en poder y precio se acerca mucho a lo que ofrece el Clio RS 200.