El proceso de compras del gobierno del estado de Puebla se presta a la discrecionalidad, tiene poca calidad y transparencia, por lo que en una escala de 100 puntos sólo alcanza 45, según lo determinó el estudio “Evaluación General de la Calidad Legislativa de Compras Públicas” elaborado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).
El organismo destacó las compras de medicamentos para el Seguro Popular, donde el precio del mismo medicamento varía hasta un 84 por ciento entre las delegaciones de todo el país.
Cabe recordar el caso de Puebla, donde la Secretaría de Salud compró en 2010 hasta 53 veces más caros los fármacos, concentró en Farmacias El Fénix del Centro la adquisición del 95 por ciento de las medicinas y en la empresa Villa Castell Industrial el 56 por ciento de los pedidos de equipo e instrumental médico.
Las entidades federativas destinan 60 mil millones de pesos al año en la compra de bienes y servicios, de ahí la importancia de su correcta regulación, por lo que si las legislaciones estatales mejoran, el ahorro público total podría ser de entre 6 y 12 mil millones de pesos, cita el documento.
SIN TRANSPARENCIA LAS COMPRAS EN EL ESTADO
El estudio auspiciado por el IMCO y la Comisión Federal de Competencia, que fue presentado este lunes en la Ciudad de México sobre una base de 41 indicadores, revela que Puebla se ubica en el grupo de cinco estados donde las compras gubernamentales tienen menos calidad y transparencia.
Lo acompañan en este rubro Campeche, Guerrero, Michoacán y Querétaro.
Estas fallas en el proceso de adquisición de bienes, explica el IMCO, propician una doble discrecionalidad en la ejecución de las compras.
El valor de los bienes y servicios de los procesos de compras públicas se incrementa un 20 por ciento, en general, cuando se presentan actos de colusión entre los proveedores y los funcionarios públicos.
Además, las compras públicas conllevan un alto nivel de riesgo de corrupción, debido a las grandes cantidades de dinero involucradas y a la interacción entre los sectores públicos y privados.
La evaluación criticó que en Puebla la normativa en materia de adquisiciones permita realizar modificaciones a una convocatoria con tres o menos días de anticipación al evento, lo que abre espacios a la discrecionalidad y favorece a unos competidores sobre otros.
LA ENTIDAD ESTÁ POR DEBAJO DE LA MEDIA NACIONAL
En la Evaluación General de la Calidad Legislativa de Compras Públicas, Puebla obtuvo 45.1 puntos en una escala de 100 unidades. El promedio nacional es de 46.5 puntos, por lo que el estado salió reprobado en la medición de la calidad de sus procesos de adquisición.
Resulta importante destacar que el gobierno federal obtiene la más alta calificación con 70.7 unidades y, a partir de ahí, le sigue Sinaloa, con 61.0; Baja California, 56.1; Estado de México, Hidalgo y Oaxaca, con 54.9; el Distrito Federal y Nayarit, con 52.4 y Quintana Roo, con 51.2 puntos.
En la parte baja de la tabla se ubican Campeche, con 37.8 puntos; Zacatecas, con 34.1; Jalisco, con 32.9; Yucatán, con 30.5 y Guerrero, con 23.2.
RECOMIENDA EL IMCO REFORMAS LEGISLATIVAS
El estudio concluye que es necesaria la voluntad política para reformar las leyes de adquisiciones de las entidades federativas en el sentido correcto. Además de contar con una Ley de referencia que sirva como guía sobre lo “mínimo que debe contar” una legislación estatal. Y trabajar sobre las prácticas, los procedimientos y las capacidades de los servidores públicos que se dedican a las adquisiciones.
