ESPN informa que el Barça inició la temporada europea derrumbando al PSV con más goles que fútbol, catapultado por Messi primero y enganchado a la electricidad de Dembélé después para evitar cualquier susto en su estreno y conquistando una goleada (4-0) que le empuja en sus aspiraciones continentales.
No fue tan plácido el partido como pudiera dar a entender el resultado final. Se acabó todo cuando en dos minutos se pasó del preocupante 1-0 al definitorio 3-0 con dos chispazos individuales, el primero del eléctrico Dembélé y el segundo del Rey Leo. Zambombazo primero y acompañamiento después para dos balones que dejaron KO a un rival derribado por su falta de concreción en ataque.
Al PSV se diría que compromiso le vino grande y que colocado con atrevimiento en el campo e intentando convertir el duelo en un combate de igual a igual, se rindió a la evidencia por su propia inoperancia. Hasta tres buenas ocasiones disfrutó el equipo de Van Bommel en los primeros 25 minutos y le bastó una y media al de Valverde para avananzarse en el marcador.
Una falta de Viergever a Dembélé en la frontal del área fue protestada con impotencia por el entrenador holandés. Mientras, a su lado, Valverde se agachaba preparado para ver qué inventaba Messi. Y Messi, autor de un hat-trick para despedir la jornada, colocó el balón en la escuadra. Se llevaba apenas media hora de juego y en el momento oportuno el capitán sacó del atolladero al Barça.
SOLVENCIA
El PSV ya no tuvo apenas capacidad de responder al 1-0. Lo intentó y si acabó el primer tiempo con ganas, comenzó el segundo redoblando sus esfuerzos, buscando la velocidad del Chucky Lozano y de Bergwijn e intentando evitar que el Barça combinase con comodidad. Lo intentó. Pero no pudo.
Y acabó rendido a la evidencia. Fue poco después de que Ter Stegen volviera a ver el balón cerca de su portería cuando Dembélé tomó el balón entre dos rivales, dribló a un tercero al límite del área y lanzó un obús a la red. Su cuarto gol de la temporada y el decisivo para concretar el triunfo del Barça.
Sin tiempo a encajar el nuevo escenario que tenía enfrente el PSV llegó el 3-0, obra maestra de Messi a pase de Rakitic que lo dejaba todo sentenciado y con los holandeses rendidos a la evidencia, el capitán redondeó una tarde para el recuerdo con un hat-trick que convirtió el triunfo en goleada.
No brilló lo esperado el Barça... pero goleó con solvencia contrastada. Y apoyado en la magnificencia de Messi, quien siempre acude al escenario cuando más le necesita su equipo.