Fernando Maldonado
Aún no toca a nuestra puerta pero la alternancia ha sido deficitaria para la mayoría de los poblanos, por decir lo menos.
No solo no se ve un avance en diversos tópicos que en el último tramo del priato son dogma o tabú, sino al contrario: la profundización de la cultura de la línea, la secrecía y el contubernio.
No corre aún el nuevo periodo sexenal y ya las finanzas públicas deberán soportar una nueva deuda de 2 mil 500 millones de pesos. Las voces condenatorias se levantaron por los empréstitos contratados por el gobierno que termina, no es escuchan ya.
Lo mismo sucede con la imposición en la Comisión de Acceso a la Información Pública de un don nadie como José Luís Fregoso, a quien no solo se le conoce ahora como un ignorante del tema de la transparencia, sino como un incondicional del matrimonio Moreno Valle-Alonso.
Pero no solo ese gesto dictatorial se expresa en el ámbito de la CAIP. Lo mismo sucederá en el campo de la medicina. La modificación a la ley impulsada desde el grupo parlamentario del PAN abre la puerta para el próximo secretario de salud, tampoco sepa aplicar ni una inyección.
El grupo que gobernará Puebla no solo ha terminado por pactar con una de las empresas oligopólicas como Televisa, digno símbolo de un Estado deficitario en términos de cumplimiento de unas potestades constitucionales fundacionales frente a la ciudadanía inerme.
La construcción de un Centro de Rehabilitación Integral Teletón en Puebla no solo permitirá al gobernador ser una estrella más del canal estelar de la empresa mediática más poderosa de América Latina, sino echa por tierra un esfuerzo institucional e inteligente para atender a segmentos sociales vulnerables, como el de los discapacitados.
Deja en manos de la iniciativa privada un área fundamental del estado, que debe tutelar el desarrollo integral de los ciudadanos.
La celebración de Espacio 2011, evento presumiblemente para propiciar el debate y potenciar el intelecto entre jóvenes estudiantes de la carrera de comunicación forma parte también de una gran estrategia de la televisora de Chapultepec 18 por convertir al estado una más de sus esferas de influencia.
Del fortalecimiento del poder Legislativo ni se diga. Lejos de que se vaya a convertir en el factor de equilibrio con la instauración de una Junta de Coordinación Política, seguirá siendo la oficialía de partes del Ejecutivo. El Gran Legislador tocará el pandero mientras los legisladores bailan, al ritmo de la melodía en turno.
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