Fernando Maldonado
Cuando en la mesa de trabajo del autor de esta columna comenzaba a tomar forma el texto publicado apenas el viernes 3 en torno al comportamiento poco atento y solidario de la clase política priista hacía las aspiraciones de la alcaldesa de la capital por alcanzar la secretaría general del CEN del PRI, al lado del coahuilense Humberto Moreira, el nuevo episodio se escribía muy lejos de la política aldeana.
Ya con reloj en mano, los patronos de la vida priista en el plano nacional trazaban la nueva composición del comité nacional tricolor a quien le tocará en la forma, asumir las reglas de la competencia interna primero, y constitucional después del nuevo episodio sexenal en el país: el emblemático 2012.
En este escenario Blanca Alcalá Ruiz no figura ya en la dupla al lado del mandatario de Coahuila. Como lo escribió desde el viernes pasado el staff del digital que tiene frente a sus ojos www.pueblaonline.com.mx, la edil poblana se quedó en el camino.
No por falta de merecimientos, como más adelante serán descritos, aún a despecho de sus detractores, que tampoco son menos.
Un argumento central para cerrar el paso a la funcionaria que derrotó con holgura al panismo capitalino en 2007 se debe a la lógica de los equilibrios necesarios en la vida interna de todo régimen público. Se trata de la más elemental necesidad de sumar y no dividir, lección en desuso en la última campaña poblana, por cierto.
Desde que comenzó la carrera por suceder a Beatriz Paredes Rangel en la dirección nacional del PRI, el gobernador y presidenciable Enrique Peña Nieto llevó mano para colocar al sucesor de la tlaxcalteca. Lo consiguió con el probable único registro para ese propósito del coahuilense.
No pudo ya llevar a la presidenta municipal de Puebla a la Secretaría General, con quien guarda empatía notable por una salvedad infranqueable. La senadora por Chiapas, María Elena Orantes será compañera de fórmula de Moreira, que lleva así la representación de Manlio Fabio Beltrones, factor real de poder en la República.
No todo está perdido para Alcalá Ruiz en el afán de escalar en el peldaño de la tarea partidista nacional. No obstante el desdén y desprecio con que es observada desde por lo menos tres distintos frentes políticos afines a Javier López Zavala, Enrique Doger Guerrero y Jesús Morales Flores.
Sin menoscabo del logro que supone convertirse en secretaria de Gestión Social del renovado CEN del PRI o en la presidenta de la Fundación Colosio, la aún presidenta municipal disputará posiciones de mayor responsabilidad a las que pueda aspirar desde la aldea local.
En el sótano…
El viernes de la semana pasada estuvo en el Centro Expositor de la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe un grupo enviado por gente cercana a Rafael Moreno Valle, gobernador electo. No es la primera vez que un gesto de esta naturaleza sucede.
Antes estuvo el propio mandatario y electo; y el responsable del equipo de transición, Fernando Manzanilla hizo lo propio. Hay quien anticipa que la toma de posesión podría llevarse a cabo en las inmediaciones de esa mega construcción.
El futuro político del secretario de Trabajo y Previsión Social, el poblano Javier Lozano Alarcón estará en juego esta semana.
Cuatro temas de innegable importancia para la gobernabilidad del país, que no tienen que ver con el narco, pero si con la cancha del presidenciable: La reforma laboral val al Congreso; el reimpulso a Mexicana; revisión a salarios mínimos y el irresuelto tema del Sindicato Mexicano de Electricistas.
Lozano Alarcón es “príncipe” en el equipo de Calderón. Su nombre ya aparece en encuestas. Habrá que verlo después de la semana que empieza hoy.
Tuve poca oportunidad de tratar con Salomón Jauli Dávila, el director del Instituto del Deporte en Puebla que este fin de semana decidió suspender su vida, profundamente lastimada por la pérdida irreparable de su hijo hace apenas unos días.
Su partida duele en tanto tragedia para la familia, sus cercanos y quienes nos resistimos a la resolución de apremios mediante medidas como a la que hoy asistimos.