Fernando Maldonado
El reto del candidato a gobernador que obtenga el triunfo en este proceso electoral será el de la reconciliación de los poblanos.
Un largo episodio de discusión política en los medios, mesas de café y todo espacio público derivó en algunos casos en agravios que deben ser superados por todos.
Si bien es cierto que toda argumentación política supone un alto grado de inteligencia y tolerancia para aceptar la esgrima verbal, también lo es que, en momentos como el que se vive en el escenario poblano, se requiere de una enorme madurez para entender el momento político y la realidad nacional.
Los partidos políticos y sus candidatos hicieron y dijeron todo lo que a sus respectivas conveniencias correspondía. Ahora la coyuntura exige de esa clase política visión de altura para evitar continuar por el camino de la confrontación.
La división no debe ser el derrotero por el que los ciudadanos tengamos que andar. El episodio comicial del este domingo, del que aún no hay un claro ganador así lo sugiere.
La historia reciente nos ha enseñado que la alternancia, el sistema plural de partidos y la alta concientización ciudadana ha arrojado como resultado inobjetable que “Compromiso por Puebla” y “Puebla Avanza” pelean cuerpo a cuerpo cada uno de los votos.
La tendencia en la capital hace suponer que Blanca Alcalá entregará la estafeta al candidato de “Compromiso por Puebla”, Eduardo Rivera y a nivel estatal, los resultados más serios sugieren una muy cerrada competencia.
No falta mucho para conocer el resultado oficial del Instituto Electoral del Estado. Y acaso nos deje con la misma percepción de incertidumbre democrática: nada para nadie y la eventual anulación de la elección para el estado de Puebla.
Una segunda ronda electoral como ya sucedió en el estado de Tabasco significa vivir un proceso análogo al que ya presenciamos: más discusión política, mayor desgaste en los ciudadanos, poner a prueba el andamiaje electoral diseñado parea que los poblanos definamos nuestro futuro y ahondar el sentimiento de incertidumbre.
En el sótano…
De las cosas que nadie pudo ver en medio de la elección de ayer domingo:
- El ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos al secretario de Trabajo, el poblano Javier Lozano a través de tiwitter: “Lozano perdió hace 12 años siendo candidato dip dtt 11 por el PRI. Hoy volvió a perder”.
- Los sistemas de mensajería a través de la telefonía móvil colapsó ayer durante horas en todo el país ante el envió masivos de msj de texto de los partidos en las elecciones de 14 estados del país.
- Que Carlos Loret de Mola demerita su trayectoria como profesional de los medios al exhibir sin rubor las fobias que lo acompañan. Alienta emociones, pero poco contribuye al análisis objetivo de la coyuntura.
- Que la periodista Lydia Cacho también exhibe su condición cuando habla de medios pagados por Mario Marín en Puebla, cuando de todos es conocido de los acuerdos pactados entre el duopolio y Los Pinos-Elba-Navalú.
- ¿Quiénes fueron los primeros directivos de medios de información que corrieron a las oficinas de Compromiso por Puebla a festejar el resultado de las empresas encuestadoras? Los de siempre.
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