Rincón, el opositor

Fernando Maldonado

Antes del episodio en el que el priista Mario Rincón se integró como jefe de logística de la campaña del candidato de la coalición Compromiso por Puebla, Rafael Moreno Valle, conocieron del mismo por lo menos tres personajes de la nomenclatura priista, con quienes el neo opositor tiene amplia relación.

Aunque tiene el derecho de expresar sus convicciones políticas como lo permite y tutela la carta fundamental en México, el ahora colaborador del abanderado opositor tuvo una estrecha y sólida relación con la presidenta municipal, Blanca Alcalá; con el director del Colegio de Bachilleres, Omar Alvarez Arronte; y, por lo menos por la relación laboral, con el secretario de Desarrollo Social, Víctor Manuel Giorgana Jiménez.

Mario Rincón fue en la campaña de Alcalá  Ruiz el mariscal de campo que permitió a la alcaldesa construir una relación con diversos grupos en la ciudad, incluyendo a los más reaccionarios; fue quien más impulsó la eventual candidatura de su ex jefa, como candidata al gobierno poblano.

No se trata de un asesor de la presidenta municipal, como lo han referido algunas notas periodísticas, sino del director de Política Social en el municipio de Puebla y desde ahí  maniobró, para mantener la relación con algunos líderes de colonias.

Es el propietario de la revista “Gente de Poder”, misma en la que escribe una columna detrás de un pseudónimo “Antonio López Santángel” misma publicación que permitió al ex funcionario municipal ser impulsor de la precampaña del secretario de Finanzas, Gerardo Pérez Salazar y no será extraño si desde esas páginas, se comienza a promover con amplitud el ideario del candidato opositor.

Mario Rincón no solo es un eficiente operador político en la capital. Veracruzano él, nacido el municipio de Martínez de la Torre, cosechó una sólida amistad con el candidato al gobierno del vecino estado por el PRI, el fidelista Javier Duarte, que apenas el sábado anterior rindió protesta en el estadio Heriberto Jara Corona de la capital veracruzana.

La nueva tarea en la campaña del neo panista en Puebla le habría impedido asistir como invitado a la ceremonia multitudinaria del PRI en Xalapa, encabezada por Beatriz Paredes Rangel, Fidel Herrera Beltrán y por dos poblanos: Mario Marín Torres, el mandatario; y Javier López Zavala, aspirante a sucederlo y depositarios además de la diatriba de Rincón.

Entre sus amistades en Puebla están por lo menos dos funcionarios públicos que se distinguen por una condición mutua: ambos fueron dirigentes del PRI en distinto momento. Uno despacha como director en el Colegio de Bachilleres y el otro, aún como secretario de Desarrollo Social municipal: Omar Alvarez y Giorgana Jiménez.

A ambos debió haber si no informado, sí consultado de manera oportuna de su decisión por incorporarse a una campaña política, divergente al proyecto al que dicen pertenecer los dos ex dirigentes del PRI poblano.

En el sótano…

El Grupo 24 de mayo está por celebrar su próximo aniversario. Se trata de un clan integrado por experimentados y añosos militantes del PRI, caracterizado por haber impulsado la candidatura al gobierno del estado de Melquiades Morales Flores.

Lo harán en el Centro Mexicano Libanés, a cuyo recinto será llevado como convidado el candidato de la Alianza Puebla Avanza, Javier López Zavala. Esos detalles fueron tratados en una reunión la tarde del viernes, en la notaria del senador Morales Flores.

Llamó la atención, y también despertó la inconformidad de no pocos de esos experimentados el empeño del senador por llevar como orador oficial de la ceremonia al ex procurador de Justicia, Carlos Arredondo. Si no fuera por la prosapia de quienes están en ese grupo, se diría que hasta en el equipo del senador hay divergencias que se traducirá en divisiones.