Fernando Maldonado
El Partido Nueva Alianza se ha convertido en un remedo de lo que tanto condena. Su página en internet cuya dirección es http://www.nueva-alianza.org.mx postula ser “un referente amplio en propuestas para transformar el espacio de lo público”.
Dice haberse convertido en “la expresión electoral y partidaria de una corriente liberal que ha venido emergiendo durante los últimos procesos electorales, tanto en el ámbito nacional como en el local, hoy, este nuevo emblema partidario ha logrado incorporar a un número muy importante de cuadros, de identidades e ideas que sin lugar a dudas han enriquecido y ampliado las posibilidades de Nueva Alianza en el sistema de partidos”.
La verdad dista mucho del texto que no solo adolece de calidad en su sintáxis, sino en la praxis. Muestra una realidad que encuadra en una el esquema que tanto condena su candidato al gobierno del estado, Rafael Moreno Valle Rosas: el usufructo del dinero ajeno, y la manipulación de la voluntad ciudadana.
Era la víspera de un fin de semana. Los radios y teléfonos celulares de los regidores propietarios del Partido Nueva Alianza en Puebla comenzaron a sonar.
Insistente el timbrar del aparato, los destinatarios de los llamadas supieron pronto de quién se trataba, pero no el motivo de la apremiante comunicación. Era un viejo operador de la sección 23 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de nombre José Manuel Balbuena.
A punto de comenzar la campaña del abanderado de la coalición “Compromiso por Puebla”, vino el pase de charola de quien a lo largo de los años, ha estado al servicio de Eric Lara Martínez, el dirigente magisterial que mantiene un pie en la campaña del neopanista y otro en la del priista Javier López Zavala.
Había que hacer una modesta contribución: dos botellas de whisky o brandy para una comida en honor al candidato consentido de la maestra Elba Esther Gordillo Morales.
La petición fue expresada en términos perentorios y había que cumplirla a pie juntillas. La orden “disfrazada de atenta solicitud”, había sido una acción ¿consensada? Entre la cúpula magisterial y la estructura paralela de campaña de Moreno Valle.
Esa llamada telefónica la recibieron los 64 regidores propietarios que pomposamente presume el Panal haber ganado en las elecciones de 2007. No es la primera vez que la clase dominante en el Panal se recurre a ese tipo de estrategias para solventar o financiar compromisos políticos.
Al igual que el discurso que su abanderado utiliza todos los días para vestirse de actor impoluto, que condena al sistema del que tan bien abrevó, el del partido opositor manipulado por los espurios intereses de una mujer tan condenable como Elba Esther Gordillo, está lleno de incongruencia, de mentira y prácticas antidemocráticas.