Fernando Maldonado
Si la salida de Enrique Núñez de la dirección del noticiario matutino Informativo 102.1 FM se concreta, tal y como lo adelantó el columnista Rodolfo Ruiz el viernes pasado en su Corte de los Milagros, se habrá dado el primer sacrificio de un informador en el contexto de la alternancia en Puebla.
No es la mejor carta credencial del gobernador electo, Rafael Moreno Valle Rosas. La purga en los medios de información particularmente críticos poco abona a la causó que animó al electorado a echar de Casa Puebla al grupo dominante en el PRI poblano.
Habrá de ponerse especial atención en cuidar el bono democrático del que goza el triunfador de la contienda del 4 de julio pasado. Antes de comenzar a observar la consolidación de un proyecto ulterior, deberá de evitarse dilapidar ese capital político obtenido en la elección aquélla.
Conviene detenerse en la incorporación del director de Intolerancia a la Tropical Caliente. Tenía un doble propósito. Por un lado llenar el hueco que había dejado Arturo Luna y por la otra, mantener un puente de comunicación entre Rafael Cañedo, propietario de la estación radiofónica y el grupo priista, del que había salido en mal modo.
Cañedo se había refugiado en el Partido Nueva Alianza cuando nadie daba un céntimo por las siglas de ese instituto político al servicio de los designios de Elba Esther Gordillo Morales, madrina política de Moreno Valle.
Sin embargo Cañedo y el director de la estación, Adolfo Acevedo son cercanos al próximo habitante de Casa Puebla. Tanto que el segundo ha incluso sugerido cambios en materia de comunicación gubernamental, al grado que ahondado una vieja rivalidad con quien podría ser el próximo director de comunicación, Marcelo García Almaguer.
Es obvio que la dirección de la emisora tiene potestad sobre quién transite desde las instalaciones de La Paz, sin embargo la cercanía y confianza que tiene la dupla que despacha en la Tropical Caliente con el gobernador electo podría explicar la cancelación en los micrófonos de Enrique Núñez.
Difícil será saber si se trata de un favor explícitamente solicitado para cerrar el micrófono a un periodista que históricamente ha rivalizado con quien gobernará a partir de febrero de 2011.
Lo mismo sucederá si como dice radio pasillo, se trató de un afán por rendirse al poderoso. En ambos casos, solo ellos lo sabrán. La franqueza no es prenda que pueda vestirlos.
Quienes hemos conocido de los gestos de cortesía política de Rafael Moreno Valle, también sabemos de la facilidad con la que cae presa del arrebato irasible. Intolerante ante la crítica de los medios, suele actuar en consecuencia. Ya veremos si se trata de los primeros saldos de la alternancia.
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