Fernando Maldonado
El 29 de septiembre de este año la Parabólica dijo sobre la probable designación de Ardelio Vargas Fosado como secretario de Seguridad Pública estatal que “En un ejercicio de futurología sexenal, si un nombre hay que poner en uno de los cargos estratégicos para conceder un rasgo de viabilidad y certidumbre al gobierno de Rafael Moreno Valle, es el del diputado federal priista …”.
No se trata de una designación menor, merced de la costumbre de los mandatarios en no pocos estados de la república por llevar mandos castrenses a cargos en el ámbito de la seguridad ciudadana, como si de pagos de facturas se tratara.
Ejemplo resaltable el del general Mario Ayón Rodríguez llegado a Puebla para esa función con estrellas probadas como combatiente del narcotráfico en Nuevo León, pero con un pobre desempeño en el ámbito estatal. No es el caso de las otras entidades.
Tras leer la Garganta Profunda de Arturo Luna, veo que la fuente aquélla no erró en el dato.
Ayer por la mañana dos altos funcionarios de la Policía Federal y de la Procuraduría General de la República dijeron al autor de Parabólica que el nombre del presidente de la Comisión de Defensa Nacional en San Lázaro está contemplado en Plataforma México, desde hace casi un mes como próximo responsable de seguridad en Puebla.
Habrá que admitir que el gobernador electo operó bien en la Secretaría de la Defensa Nacional para llevar a un civil a un encargo que parecía ya confinado a un jerarca de la estructura militar.
No hay que obviar sin embargo que ahora, como hace casi un mes en este espacio se dijo que “El eventual arribo de un hombre cuyo perfil no puede desmerecerse en temas relacionados con la seguridad nacional es garantía de que hay voluntad política para continuar por ese derrotero”.
Y que “En cambio si de regatear la trayectoria del legislador poblano (se tratara) en esos ámbitos, habría de recordarse que durante el conflicto que vivió el pueblo de Oaxaca con la aparición de la Appo (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca), fue responsable de coordinar los operativos, como jefe del Estado Mayor de la desaparecida Policía Federal Preventiva”.
Y habría que añadir, que también tuvo bajo su mando el operativo para combatir a los miembros de la Asamblea de Pueblos en Defensa de la Tierra, que se opusieron con rigor a la construcción del aeropuerto alterno en Atenco, Estado de México.
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