Fernando Maldonado
El 11 de noviembre del añado pasado, en la antesala del último informe de labores que habría de rendir el senador Rafael Moreno Valle Rosas, programado para el 26 de ese mismo periodo, escribí en Milenio Puebla que el ya para entonces más probable aspirante a la candidatura del PAN al gobierno poblano tendría que hacer algo más para cuidar su imagen.
La referencia obliga por el inopinado gesto de montar una casa de gestión para causas presuntamente nobles con propósitos ulteriores: litigar en favor de una familia en cuyo fuero interno saben que pueden sacar la ganancia que pretendieron obtener con la venta de un inmueble defectuoso.
No se trata de una defensa a ultranza de la candidatura de un miembro de la esfera priista. Sino de las medias verdades con las que suelen vestirse quienes aspiran a ocupar los más altos cargos en este estado.
Se trata de la evidencia más burda del miembro de una clase política que se asume como ilustrada y que sin embargo está llena de mañas, y a todas luces capaz de cualquier acto disfrazado de términos ciudadanizados, democratizados y transparentes para esconder sus verdaderas intenciones.
La Parabólica del 11 de octubre del añado pasado llevó como título “El pariente incómodo de Rafael Moreno Valle”. Y lejos de encauzar la diatriba de hoy contra los personajes de ayer, los férreos defensores de la legalidad y la moralidad en el estado no han sido capaces siquiera de despojar del manto protector a un delincuente de cuello blanco de nombre: Juan Carlos Alonso Hidalgo.
En el texto aquél se citó el expediente 311/2009 en el que se consigna con toda claridad que el hermano de la esposa del candidato al gobierno poblano de la coalición Compromiso por Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas solicitó en 2007 un préstamo por 2 millones 500 mil pesos, sin que hasta ahora haya regresado un solo centavo.
La doble moral con la que se ha conducido el abanderado lo ha llevado a esconder los trampas que su cuñado ha puesto a no pocos empresarios poblanos y de otras latitudes del país. Datos adicionales indican que no solo enfrenta esa demanda por la vía mercantil.
Otra demanda por el delito de fraude en contra del pariente político de Moreno Valle Rosas la interpuso el candidato de la alcaldía Alianza Puebla Avanza en San Martín Texmelucan, Juan Carlos Sánchez. Hasta hace dos meses, el abanderado texmeluquense, agraviado como se dice en el argot de la nota roja, esperaba le fuera embargada la casa a Alonso Hidalgo.
Una ficha reproducida en la columna del 11 de octubre decía del cuñado de Rafael Moreno Valle Rosas, candidato del PAN-PRD-Convergencia y Nueva Alianmza que “…Alonso Hidalgo estuvo acostumbrado a los mejores espectáculos, los más exclusivos sitios de recreo alrededor del mundo y lujo. Hace apenas un par de años, a las puertas de su domicilio ubicado en La Calera número 19 se podía ver un automóvil Porsche Caiman”.
“Quien lo conoce sabe de sus frecuentes viajes a Dubai, en Emiratos Arabes y de su afición a las carreras de automóviles Fórmula 1”.
“Hoy está sujeto a proceso mercantil y al margen de la persecución de que es objeto por la Procuraduría del Estado de Tamaulipas, por un delito tipificado como abuso de confianza, en Puebla podría tener la gracia de la justicia si la mano del senador teja para ayudar a su pariente político”.
Lo menos que podría esperarse es que también para él haya un incendiario discurso pronunciado por alguno de algunos de los miembros que levantaron la ceja hace dos días, impolutos todos ellos, defensores de la moral y la justicia que han puesto el dedo flamígero de la condena política y jurídico en una presunta injusticia.
En el sótano…
El abanderado de la Alianza Puebla Avanza a ocupar Casa Puebla, Javier López Zavala se dio tiempo ayer para atender varias reuniones y mítines. Al medio día en la Ciudad de México estuvo con Beatriz Paredes Rangel, la lideresa nacional priista y con Enrique Peña Nieto, el presidenciable gobernador del Estado de México.
El candidato de la Alianza Puebla Avanza a diputado por el distrito 5, Edgar Chumacero acaba de sufrir un violento asalto.
Varias paradojas encierran un acto vil que no debiera ser más que una nota perdida en la sección de policía en cualquier diario.
Chumacero es candidato, pero además es el candidato que tiene relación afectiva y familiar con la presidenta municipal, Blanca Alcalá.
Y una más: el atraco lo sufrió en las calles que forman parte del distrito por el que busca ser abanderado.
Pregunta para joder al prójimo: ¿alzará la voz el abanderado a sabiendas que una condena de esa naturaleza no solo atenta contra la alcaldesa, sino al proyecto al que él mismo pertenece?
Quién dice yo.