Aunque el Senado sigue sin definir una fecha para dar a conocer la integración de la terna que servirá para elegir a los nuevos integrantes del Tribunal Electoral del Estado de Puebla, ha trascendido que ya hay un principio de acuerdo entre los negociadores del PAN y PRI, quienes incluso ya han abierto su juego y notificado los nombres de sus “gallos” para ocupar las sillas vacantes en el TEEP.
Se sabe que el acuerdo –que ha pasado por el atento ojo de la Secretaría de Gobernación federal- es simple: como ya se intuía, el gobernador Rafael Moreno Valle llevará mano, pues se quedará con dos de las tres posiciones en juego, mientras que para el PRI será una. (Una situación similar, aunque a la inversa, se dará en aquellas entidades gobernadas por el PRI; en ellas, el gobernador impondrá a dos magistrados, y el PAN a uno).
Por parte del morenovallismo, el garante de dicho acuerdo es uno de sus operadores en las grandes ligas de la política, el mismísimo panista Roberto Gil Zuarth, presidente de la Mesa Directiva del Senado y, para más señas, ex presidente de la Comisión de Justicia, comisión encargada precisamente del proceso de designación de los nuevos magistrados electorales de Puebla, quienes –como se anticipa- jugarán un papel determinante en los comicios de 2016 para la minigubernatura. Hoy esa comisión es encabezada por el senador Fernando Yunes Márquez, también del PAN.
Ha sido ahí, al seno de dicha comisión, donde se han puesto las cartas sobre la mesa y se han presentado –y apartado- los expedientes de los personajes que tanto el PAN como el PRI están impulsando, de entre la larga, larga lista de aspirantes -27 en total- que se registraron en el proceso de renovación del TEEP.
Así, para ocupar las dos posiciones que le tocan al gobernador poblano, no hay que perder de vista a: Alberto Javier Segovia Blumenkron, cercano al titular de la Auditoría Superior del Estado, David Villanueva Lomelí, de quien es auditor Especial de Evaluación, Mejora y Tecnologías de Información; Fernando Chevalier Ruanova, un personaje cercano al secretario de Gobernación del ayuntamiento de Puebla, Mario Rincón González; Octaviano Escandón Báez, ficha del titular de la PGJ y virtual Fiscal General de Puebla, Víctor Carrancá Bourget, quien lo tiene como encargado de despacho de la Fiscalía General Metropolitana, y Héctor Enrique Reyes Pacheco, subsecretario de Defensoría Jurídica pero sobre todo integrante del rebaño del ex gobernador Melquiades Morales Flores, a quien en su sexenio sirvió como secretario particular.
(Reyes Pacheco empezó el sexenio morenovallista como particular del, por entonces, titular de la Secretaría General de Gobierno (SGG), Fernando Manzanilla Prieto, pero pocos días duró en el cargo; posteriormente fue procurador del Ciudadano hasta que esta oficina se transformó en Secretaría de Servicios Legales, a cargo de Juan Pablo Piña Kurczyn, a quien sirvió como consejero jurídico. Luego llegó a la Subsecretaría de Defensoría Jurídica de la SGG, donde le tocó ofrecer una disculpa pública a la señora Elia Tamayo, madre del menor José Luis Alberto Tehuatle, quien falleció tras el enfrentamiento entre policías estatales y vecinos de Chalchihuapan en agosto de 2014. Su caso es muy interesante, pues podría llegar al TEEP –del cual ya fue presidente- con el aval tanto del PRI como del PAN, pues esencialmente es una pieza de Melquiades Morales, priísta notable al mismo tiempo que aliado de Casa Puebla, que así “mataría dos pájaros de un tiro”).
Mientras tanto, el PRI está empujando a los siguientes personajes: el ex gobernador Mario Marín –el mismo que jura y perjura que no va a meterse en la elección de 2016- tiene a su “gallo” en Pericles Olivares Flores, a quien en su sexenio hizo secretario del Trabajo y Previsión Social y posteriormente presidente del Congreso local; por su parte, el ex diputado federal Javier López Zavala aboga por el ex presidente del extinto Instituto Electoral del Estado, Jorge Sánchez Morales, quien también ha logrado el respaldo de las senadoras Blanca Alcalá y Lucero Saldaña.
Hay un tercer favorito y ese es ni más ni menos que el magistrado del Tribunal Superior de Justicia Ricardo Velázquez Cruz, quien a pesar de haber sido muy cercano a Mario Marín, a quien defendió con uñas y dientes ante la SCJN por el caso Lydia Cacho, hoy está distanciado del “góber precioso”. Brillante abogado, Velázquez Cruz tiene grandes posibilidades de dejar el TSJ para irse a despachar al TEEP, pero por méritos propios y, también, por supuesto, porque tiene un padrino poderoso e influyente tanto en el cielo como en la tierra, el “padrecito” –como Ricardo le dice- Antonio Chedraoui Tannous, líder de la Iglesia Ortodoxa en el país y escuchado con respeto, y atención, tanto en Los Pinos como en Bucareli e Insurgentes Norte.
Según los enterados, de entre Reyes Pacheco, Olivares Flores, Sánchez Morales y Velázquez Cruz saldrá la posición que le toca al PRI en el TEEP, claro siempre y cuando se sigan respetando, como hasta hoy, los acuerdos. Porque en el reino de la política, nada ocurre hasta que ocurre y nada sucede hasta que sucede.