Las campañas políticas sacan a relucir historias que rayan en lo inverosímil. El caso de la riña de los alfareros del Barrio de la Luz es uno más de estos casos, en los que el otrora partido oficial, el PRI, pretende sacar raja a partir de tergiversar la información.
Sí, ese mismo partido que nos acostumbró durante varias décadas a que “todo se vale” con tal de obtener –y mantener- el poder, no importa si es verdad o mentira.
Este partido es ahora quien nos pretende engañar en el caso de los alfareros del Barrio de la Luz, pagando notas e inserciones en medios a modo para golpear políticamente a los candidatos que van a la cabeza, como es el caso del Distrito 12, donde el PAN aventaja con claridad a través de la fórmula Trauwitz-Cabalan.
Este periodista tuvo acceso a la videograbación completa del evento y en ella se aprecia claramente que los candidatos del PAN se encontraban recorriendo el Barrio de la Luz, saludando a la gente, escuchando sus inquietudes y compartiendo sus propuestas de manera pacífica.
Al entrar los candidatos del PAN a uno de los talleres, los alfareros son atacados por gente identificada con el PRI, que se había infiltrado en la comitiva a fin de generar desestabilización e intentar boicotear la gira de los aspirantes.
Inmediatamente el candidato Angel Trauwitz se interpuso entre los rijosos separándolos y calmando los ánimos, evitando que la situación escalara, como claramente se observa en el mismo video.
Cabe señalar que de las imágenes que pude ver en varias ocasiones, se puede apreciar de forma indudable que los candidatos eran ajenos a la provocación, que no iban con gente de choque, como se ha afirmado en algunos medios, y que tampoco iban acompañados de personal de seguridad o “guaruras” como se pretende hacer a la gente.
Mi conclusión de este patético show montado por el PRI y sus secuaces para intentar ganarse unos cuantos votos, es que todavía existen candidatos que no le sacan a los problemas reales, sino que los enfrentan y sobre todo los resuelven; de esos políticos, sin duda, necesitamos más.
Le pese a quien le pese.