Las cosas se ponen candentes en algunos distritos electorales, tal es el caso del 10 con cabecera en Cholula, donde todo apunta a que el proceso va a terminar judicializándose ante el cariz que empiezan a tomado las campañas de los candidatos del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, principalmente.
Este martes, de hecho, se presentó ante la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) una interesante denuncia de hechos contra el secretario general del ayuntamiento de San Pedro Cholula, Ignacio Alejandro Molina Huerta, por una pifia que a la postre le podría resultar muy costosa.
Y es que, según la querella, Molina Huerta se convirtió el pasado 3 de marzo en representante del Partido Movimiento Ciudadano (MC) ante el Consejo Distrital 10 del Instituto Nacional Electoral (INE) sin renunciar a su cargo público en el gobierno municipal.
Esto representa un delito electoral grave, pues, además, confirma lo que la opinión pública ya sabe desde hace semanas: que las campañas de los candidatos de Movimiento Ciudadano se están operando desde el epicentro del ayuntamiento cholulteca, encabezado por el dirigente de facto de esa organización política, el ilustrísimo alcalde José Juan Espinosa Torres.
(Ya la candidata de Nueva Alianza por el distrito 10, Erika de la Vega Gutiérrez, difundió la víspera videos de la entrega de despensas del DIF municipal en juntas auxiliares con el fin de coaccionar el voto a favor del aspirante de MC, Luis Alberto Arriaga).
Hay documentos firmados por Molina Huerta en su calidad de secretario general al mismo tiempo que funge como representante partidista ante el órgano electoral, lo cual es una grave violación a la ley.
Estamos, pues, ante un hecho consumado, y a ver con qué justificación salen los muchachos del “Niño Naranja” –una especie de cacique de pueblo grande- para impedir que la PGR haga uso de sus facultades para aplicar las sanciones correspondientes: destitución, inhabilitación o ambas.
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Quien ya no siente lo duro sino lo tupido es la candidata del PRI por el distrito de Teziutlán, Nancy de la Sierra.
Ha trascendido, por ejemplo, que ya se peleó con el enviado de la Secretaría de Gobernación del gobierno federal, Adalberto Arias, oriundo de Sinaloa y quien estaba comisionado específicamente para su campaña.
Se habla de malos tratos por parte de la candidata –tiene su carácter, dicen- y de falta de entendimiento entre las partes en la parte de operación electoral.
Quienes saben cuentan que para llenar el hueco dejado por Arias, Nancy de la Sierra ya pactó con el ex gobernador de Veracruz, el impresentable Fidel Herrera, quien de inmediato le mandó a un operador de nombre Jordi y quien ahora es su esperanza de que la campaña ahora sí, por fin, levante.
Cualquiera diría que la candidata priísta va de cártel en cártel: del de Sinaloa al de Veracruz; pues por qué será.
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A partir de hoy usted también puede leer al periodista Mario Alberto Mejía en Puebla On Line.
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