Muy activa, y muy presente en medios de comunicación y redes sociales, anda por estos días la senadora del PRI Blanca Alcalá, con motivo de su informe de labores correspondiente al segundo año de ejercicio constitucional de la LXII Legislatura.
“Todos somos México. Todos somos Puebla”, es el mensaje que está llevando por todo el estado, especialmente a los lugares donde aún no ha llegado la Ruta Blanca, el mecanismo creado por la ex presidenta municipal de Puebla para permanecer en contacto con ciudadanos de todos los sectores y que a septiembre pasado ya sumaba un total de 23 jornadas.
A través de un video de 4 minutos con 30 segundos colgado en YouTube y una estrategia en Twitter y Facebook, la legisladora presume su actividad como integrante de la Cámara Alta, donde participa en la comisiones de Desarrollo Social, Hacienda y Crédito Público, Distrito Federal y Cultura, en esta última como presidenta.
Sin tintes partidistas ni mensajes futuristas, se presenta como “ciudadana y senadora” –así, a secas- y destaca, sobre todo, las dos iniciativas y los cuatro puntos de acuerdo presentados a título personal durante el segundo periodo legislativo, que comprendió del 1 de septiembre de 2013 al 31 de agosto de 2014.
También resalta las reformas estructurales promovidas por el presidente Enrique Peña Nieto y aprobadas por el Senado, como la de telecomunicaciones, la financiera, la hacendaria y social, y la energética.
Blanca Alcalá pudo, pero no quiso, realizar un evento masivo para rendir cuentas sobre su trabajo como senadora, con invitados especiales y una importante movilización de personas; sin embargo, sabe que, ante los últimos acontecimientos en el país y el ánimo generado por los casos Ayotzinapa, Tlatlaya y Casa Blanca, el clima social no es precisamente el mejor y no son estos tiempos para el lucimiento personal.
Ya llegará el momento para tomar decisiones respecto a las contiendas locales que se avecinan, en especial por la minigubernatura en el 2016, tema que desde luego sigue ocupando a no pocos priístas que no pierden un solo minuto en seguir armando estructuras, reuniendo aliados y juntando simpatías, con el fin de acumular el suficiente capital político para perfilarse a Casa Puebla e intentar disputarle el poder al grupo morenovallista.
Por lo pronto, Blanca Alcalá cierra el año concentrada en su tarea legislativa, pero eso sí, sin perder de vista que, según una reciente encuesta elaborada en Los Pinos, continúa como la priísta de Puebla más competitiva en términos electorales, siguiéndole el paso otros actores en escena, destacadamente el subsecretario de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de la Sedesol, Juan Carlos Lastiri.
Pero ésa, ésa es otra historia que empezará a escribirse a partir del 2015, en especial una vez iniciado formalmente el proceso de selección de candidatos del PRI a las 16 diputaciones federales en
disputa en el estado durante la elección intermedia, un proceso en el que el juego de intereses al interior del priísmo definirá en buena parte lo que sucederá en 2016 y, sobre todo, en 2018.