Todo sigue igual: el poder Judicial de Puebla continúa siendo uno de los sistemas más caducos, corruptos e ineficientes del país.
De hecho, es el poder que sigue la inercia de su histórico anclaje institucional y que más se resiste al cambio en el estado.
Y es que otra vez –sí, otra vez- volvió a ocupar los últimos lugares en calidad, autonomía, confianza y rapidez.
Jueces y magistrados siguen presentando rezago en casi todo, menos en sueldos y condiciones físicas de los juzgados.
Así lo revela el más reciente estudio sobre “Indicadores de confiabilidad y desarrollo institucional local”, de la Asociación de Bancos de México (ABM), en coordinación con el ITAM, el Consejo Coordinador Financiero y Moody´s de México, que se realiza cada dos años y al cual tuvo acceso este columnista.
No hay mejoras –no al menos sustanciales- dentro de un sistema caduco, agotado, desprestigiado y cómodamente instalado en su estatus quo de corrupción y ausencia de calidad.
Según el documento, el aparato dirigido por Roberto Flores Toledano, presidente del Tribunal Superior de Justicia y amigo de la infancia del gobernador Rafael Moreno Valle, ocupa las siguientes posiciones, prácticamente idénticas a las reportadas por la ABM en el último estudio conocido:
*El 27 de 32 en calidad de los juzgadores.
*El 19 de 32 en calidad de las resoluciones.
*El 22 de 32 en uniformidad de criterios.
*El 31 de 32 en imparcialidad en los procedimientos.
*El 25 de 32 en autonomía de jueces y magistrados.
*El 20 de 32 en funcionamiento de los tribunales.
*El 29 de 32 en confiabilidad de los servicios periciales.
*El 19 de 32 en controles y supervisión.
*El 22 de 32 en rapidez en los procedimientos ejecutivos mercantiles.
*El 19 de 32 en rapidez en los procedimientos ordinarios mercantiles.
*El 10 de 32 en rapidez en los procedimientos hipotecarios.
*El 17 de 32 en periodos de inactividad procesal imputables a la autoridad judicial.
*El 24 de 32 en rapidez en los procedimientos de ejecución.
*El 16 de 32 en duración de las diligencias de emplazamiento de las partes o terceros.
*El 27 de 32 en ejecución con independencia de presiones de las partes o terceros.
*El 18 de 32 en condiciones materiales de los juzgados.
*El 7 de 32 en condiciones materiales de las salas.
*El 11 de 32 en suficiencia de recursos humanos.
*El 27 de 32 en existencia de medios de acceso electrónico a la información.
*Y el 16 de 32 en salarios de jueces.
A pesar de ser uno de los mejor pagados del país -rubro donde sí hay avances de estudio a estudio-, el poder Judicial poblano sigue siendo corrupto e ineficiente.
Una situación que molesta a los actores del TSJ cuando se dice pero que poco se hace para revertirla, por más buenos deseos expresados en discursos.
Una auténtica deshonra nacional en aspectos torales como calidad, imparcialidad, rapidez y confiabilidad.
Mientras jueces y magistrados se enriquecen a los ojos de todos –y hay suficientes pruebas de ello-, los poblanos recibimos migajas de justicia.
Y es que el aparato que la administra continúa oxidado y podrido.
Este es el comentario especial de Moody´s que aparece en un anexo del reporte:
“De acuerdo con la información proporcionada por el ITAM, el estado de Puebla recibió una de las puntuaciones más bajas en el rubro de calidad institucional. Lo anterior se debe, entre otros factores, a la percepción de un débil nivel de conocimientos legales por parte de los jueces de primera instancia y de los magistrados para una adecuada impartición de justicia.
“Los resultados sugieren que existe una marcada de influencia del Ejecutivo local en la función jurisdiccional, lo cual afecta la confianza en la imparcialidad de los juzgadores.
“También se reportaron deficiencias en los siguientes rubros: autonomía de los jueces y magistrados, confiabilidad de los servicios periciales, así como la necesidad de efectuar una reforma a la legislación procesal civil local en materia hipotecaria” (sic).
A veces las campañas, la guerra por el poder, hacen que se privilegie lo urgente sobre lo verdaderamente importante.
Es el caso del poder Judicial de Puebla, una auténtica vergüenza a nivel nacional.
¿O acaso alguien tiene alguna duda?
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Mal organizados y pésimamente comunicados, así transcurrieron los famosos debates entre los candidatos a diputados por Puebla capital.
No obstante, hubo varios que se tornaron más que interesantes, en especial el celebrado en el distrito 12.
Y es que la regidora con licencia Sandra Montalvo creía tener a su víctima perfecta, pero resultó sorprendida.
Resulta que Susana Riestra salió más astuta de lo que muchos esperaban, había estudiado mucho mejor el formato del debate y sabía con precisión los ataques que su contrincante del PRI haría.
Un ejemplo concreto fue cuando Sandra mencionó su tan utilizada frase: “No más diputados agachones“, misma que fue respondida con autoridad por Susana Riestra.
“Si se refiere a los diputados priistas de esta legislatura, tal vez coincidamos. No por nada su actual presidente de partido, Pablo Fernandez del Campo, se refirió a su bancada como sumisos, además de que han votado a favor del 99% de las iniciativas enviadas por el Ejecutivo, a pesar de ser el principal partido de oposición”, refutó la candidata de Puebla Unida.
Susana Riestra aventaja en las encuestas ampliamente a la abanderada del PRI.
Montalvo sabe que la ventaja que le llevan supera los dos dígitos, por eso su desesperación durante el debate, ya que sabe que le queda poco tiempo.
Ello fue probablemente la causa que llevó a Sandra a mentir durante el debate, ya que erróneamente afirmó que Mario Riestra Venegas (QEPD) colaboró en el gobierno de Mario Marín.
Además de mal gusto, mentir en un debate es algo de cuidado y trae consecuencias, más aún cuando resulta tan fácil desmentir el dato.
En fin… que así estuvieron algunos de los debates.
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El miércoles de esta semana la Fundación Colosio del PRI, cuyo secretario general nacional es el poblano Juan Pablo Piña Kurczyn, celebrará aquí en Puebla un importante foro.
“El Pacto por México, las Reformas y su impacto en Puebla”, es el sugerente título.
Se llevará a cabo a las 18.30 horas en el auditorio del hotel Presidente Intercontinental.
Y no podría ser más oportuno, sobre todo en momentos en que en círculos de poder se especula sobre una negociación electoral en la entidad poblana a cambio del apoyo del PAN a las reformas estructurales, especialmente la energética, del presidente Enrique Peña Nieto.
Es decir: una concertacesión.