Este martes, el gobierno de Rafael Moreno Valle dio un paso decisivo para cumplir totalmente aquella promesa de devolver a los poblanos lo que les pertenece.
Una operación política cuidada al extremo permitió finalmente que funcionarios de tres diferentes sexenios –los de Manuel Bartlett, Melquiades Morales y Mario Marín- comparecieran ante el Juez Segundo de lo Civil en San Pedro Cholula, para respaldar la estrategia legal del morenovallismo para anular la donación onerosa del predio de la Reserva Territorial que hoy se conoce como Valle Fantástico.
Excepto el abogado Carlos Meza, que trae su propia agenda, el resto de los ex funcionarios llamados a testificar dio la puntilla al empresario Ricardo Henaine, pues ratificaron que el terreno en disputa, y que hoy está bajo control del gobierno, es, ha sido y seguirá siendo un bien público.
Ernesto Ramírez se presentó como representante legal de los servidores que trabajaron al lado de Bartlett y Marín. Lo propio hicieron otros como Rómulo Arredondo, Héctor Jiménez y Carlos Palafox, quienes enviaron a sus respectivos abogados.
Henaine no acudió a la diligencia y ahora sólo faltan que comparezcan los emisarios de Bancomer y del Tec de Monterrey para terminar de cerrar el círculo legal que permitirá cumplir el objetivo trazado desde Casa Puebla. Pero los últimos acontecimientos confirman, como le he dicho, que la estrategia camina, y camina bien.
Ya ha quedado claro que no se persigue a nadie y que la “Litis” en este importante caso versa única y exclusivamente sobre la indebida transmisión del terreno a una empresa particular cuando se trata de un parque público.
Cito:
“Para que quede claro: esta transmisión es equiparable con que el presidente municipal de Puebla le otorgara el Zócalo a una inmobiliaria, para que unos años después ésta pretendiera construir ahí una torre de departamentos o, por ejemplo, que el gobierno del D.F. le diera a un constructor el Ángel de la Independencia para que en la glorieta construyera un centro comercial.
“Es decir, demandar esta nulidad sí es posible porque esa acción legal no prescribe al año, por tratarse precisamente de un bien público.
“Así que les duela lo que les duela, y se diga lo que se diga, la defensa del sonado caso del Valle Fantástico avanza por el camino correcto” (sic).
No hay que darle demasiadas vueltas. Y es que al menos en este asunto, los hechos y el tiempo le siguen dando la razón al gobernador Moreno Valle.