1.- La Santa Alianza de El Yunque (Juan Carlos Mondragón, Eduardo Rivera Pérez y Ana Teresa Aranda) dio resultados.
Y tan, tan buenos que casi sin despeinarse logró colar como propuestas de consejeros para la Asamblea Estatal del próximo 19 de junio a todas y cada una de sus prioridades, por encima de las del grupo del gobernador Rafael Moreno Valle.
Una victoria parcial pero victoria al fin.
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2. Según una lista interna que se manejó desde el sábado en círculos de la derecha, las 12 prioridades de la Santa Alianza eran:
Pablo Montiel Solana.
María de los Ángeles Garfias López.
Pablo Rodríguez Regordosa.
José Gerardo Maldonado Balvanera.
Gabriel Oswaldo Jiménez López.
Eduardo Morales Garduño.
Ruth Ramos Barragán.
Alfredo Ramírez Barra.
José Felipe Puelles Espina.
Miguel Méndez Gutiérrez.
Gustavo Humberto Guevara y Herrera.
Adán Domínguez Sánchez.
Y todos, sin excepción, entraron.
La Municipal se la llevaron El Yunque y sus aliados.
¿Ocurrirá lo mismo en la Estatal?
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3.- Pablo Rodríguez y Pablo Montiel confirmaron en los hechos, y a la luz de los resultados, que el control del panismo en la ciudad de Puebla sigue estando en sus manos.
Y que pasará mucho tiempo antes de que eso cambie.
En consecuencia, Pablo Rodríguez mostró músculo y este domingo dio un paso enorme en su aspiración de convertirse en el sucesor de Eduardo Rivera en la alcaldía de Puebla.
Al tiempo.
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4.- En contraste, los operadores del gobernador (Ángel Alonso Díaz Caneja, Roberto Grajales y Genaro Ramírez) mordieron el polvo y de no ser por algún triunfo aislado, hasta podría decirse que hicieron el ridículo.
Las cuentas que entregan a Casa Puebla son pésimas.
Y la acusación de la “caída del sistema” será insuficiente para justificar su debacle en la ciudad de Puebla.
De hecho, todo parece indicar que Moreno Valle se equivocó al jugársela con Ángel Alonso Díaz Caneja en lugar de con su secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico.
El saldo para el grupo del gobernador es muy, muy pobre.
Sólo entraron:
Alejandra Escandón Torres.
Eduardo Louvier Hernández.
Y Jesús Christian Giles Carmona.
Insuficiente.
Totalmente insuficiente para el objetivo deseado.
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5.- Ana Teresa Aranda apostó fuerte y sacó tajada:
Hilario Gallegos Gómez.
Marco Antonio Porras Reyes Alamina.
María del Rayo Ramírez Polo.
Hilda Araceli Limón González.
Y José Felipe Puelles Espina.
Todos, soldados suyos.
De cinco, cinco.
Mejor, imposible.
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6.- La gente de Mario Rincón, subsecretario de Gobernación, se metió a la Asamblea Municipal.
Se les identificó con facilidad porque llevaban el equipo de radiocomunicación de la Secretaría de Salud.
Movieron a tres notarios para dar fe del proceso.
Y atestiguar en caso de que los yunquistas alteraran el registro de los 1,181 delegados numerarios que participaron.
Pero ni así.
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7.- Por parte de la Santa Alianza de El Yunque, buena parte de la operación política previa a la asamblea de este domingo se dio desde el Palacio Municipal de Puebla.
Y en concreto desde una oficina: la del secretario de Gobernación, Pablo Montiel Solana.
Todo, claro, con el visto bueno del alcalde Eduardo Rivera.
La participación “inédita” que tanto presumió el Comité Municipal del PAN fue gracias a que el dinero fluyó como agua de río desde el H. Ayuntamiento.
Un día había 500 delegados registrados y al siguiente, la cifra ya llegaba a 1,200.
Y de 1,200 a 1,460 en un santiamén (de los cuales sólo llegaron 1,181 a la asamblea).
Ni David Copperfield lo hubiese hecho mejor.
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8.- El viernes previo a la asamblea dominical llegó a los buzones de algunos periodistas, entre ellos éste, un video comprometedor.
A cuadro, como protagonista, un personaje singular: Genaro Ramírez.
El mismo que, como panista y como burócrata, sirve a los intereses del señor gobernador.
Quedó demostrado que El Yunque también sabe jugar rudo.
¿Rudo?
¡Rudísimo!
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9.- Todo Puebla es territorio Moreno Valle.
El Partido Acción Nacional, no.
Todavía.
Todavía no.
Porque según los cálculos, la historia en la Asamblea Estatal será completamente diferente.
Será ahí, el 19 de junio, cuando se muestre la verdadera fuerza del gobernador al interior del PAN.
Quienes saben, dicen que se pondrá toda, absolutamente toda la carne al asador para que la mayoría de los 100 asientos de consejeros en juego responda a los intereses del primer panista del estado.
Por lo pronto, un dato que puede ayudar a imaginar cómo estará la balanza a nivel estatal tras la victoria (¿pírrica?) de El Yunque en Puebla capital:
Este fin de semana, Blanca Jiménez, la operadora morenovallista que es esposa de Genaro Ramírez y directora del Instituto Poblano de la Mujer, hizo morder el polvo en Tianguismanalco ni más ni menos que a la diputada Augusta Valentina Díaz de Rivera.
Mismo escenario que se ha presentado en las asambleas hasta hoy realizadas: la gente de Moreno Valle se ha impuesto, y en ocasiones con una diferencia de hasta 3 a 1.
Así que los momios saben que tarde o temprano, más temprano que tarde, el fuerte caerá y el Consejo Estatal será del gobernador de Puebla.
Porque así, así ya está escrito en el libro del Apocalipsis del panismo poblano.