Que Blanca Alcalá se prepara para la que sabe será una larga, larga batalla, la batalla por su reputación y prestigio.
Ayer estuvo en el D.F., donde, tras recuperar la salud, ya opera en plenitud de facultades como secretaria general adjunta de la CNOP.
En los últimos días, la ex presidenta municipal de Puebla ha recibido información directa y concreta en el sentido de que desde el H. Ayuntamiento van a atacarla con todo so pretexto un alud de “irregularidades” administrativas.
Pero esta vez, a diferencia del pasado, cuando sufrió ataques sin que hubiera respuesta, sí se defenderá.
Está consciente de que el panista Eduardo Rivera le hará el caldo gordo a los priístas que, como Javier López Zavala –el muerto político que no se ha dado cuenta que es un político muerto-, buscan descarrilarla desde ahora en la lucha por el Senado.
Vaya paradoja: el hijo de El Yunque haciendo la tarea a los marinistas que siguen odiando a Alcalá.
¿Acaso podría haber algo más surrealista?
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Que muy quitado de la pena, como si no tuviese ningún problema y menos con el gobernador de Puebla, el empresario Ricardo Henaine reapareció a inicios de esta semana en la Federación Mexicana de Futbol (FMF), en el D.F.
El socio mayoritario del Puebla de la Franja estuvo presente en la reunión de dueños del futbol mexicano, en la que aprobaron un nuevo formato para el campeonato nacional a partir del torneo Apertura 2011.
¿Pues no que estaba exiliado en Estados Unidos?
¿O era su doble?
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Que el pasado lunes, Javier López Zavala acudió al frente de una comitiva de diputados priístas poblanos al arranque de campaña de Eruviel Ávila como candidato de la coalición “Unidos por Ti”, integrada por PRI-PANAL-PVEM, al gobierno del estado de México, pero su visita a Toluca de ninguna manera tuvo los efectos deseados.
De hecho, fue un rotundo fracaso.
Y no sólo porque la delegación de Puebla, incluyéndolo a él, no haya alcanzado presídium –los mandaron a gayola, atrás de las vallas, entre la borregada-, sino sobre todo porque al final del mitin, justo cuando López Zavala sonreía de oreja a oreja y extendía su brazo para estrechar con gran emoción la mano derecha de Eruviel, éste apresuró el paso y de plano se lo saltó, ignorándolo y alejándose a grandes pasos para continuar con su baño de pueblo.
Ahora que sí que como diría el clásico: Ávila ni lo vio ni lo escuchó.
Testigos de la escena no supieron si reír o llorar.
¡Qué tiempos aquéllos en que ex candidato a Casa Puebla era Dios y el mundo sencillamente no lo merecía!
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Que el testimonio –comprado- de una persona de la tercera edad y dos ejemplares de Tetra Packs fueron las “pruebas” que un juez de un Tribunal Colegiado aceptó como válidas para consignar la averiguación previa y obsequiar una orden de aprehensión contra Myriam Arabian, secretaria de Desarrollo Social (con licencia por 15 días) del gobierno del estado.
Los detalles del expediente judicial que causó todo un escándalo en Puebla, no tienen desperdicio; son verdaderamente un monumento a la mala fe. Realismo mágico puro. Un exacto reflejo del podrido sistema de (in) justicia nacional.
Lo peor es que sabiendo todo esto, Myriam se haya confiado y haya dejado correr el caso en el que aparecía como indiciada desde 2009 al son de “no, no pasa nada”.
Pues sí, resulta que pasó, y pasó de todo.
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“El nuevo gobierno ha tenido un buen arranque: alianzas con distintos actores políticos, un mayor presupuesto y acciones concretas que ya se están llevando a cabo. Pero serán los próximos 2 mil 90 días los que determinarán hasta dónde podrá llegar el Estado en un sexenio. Por lo pronto, se percibe voluntad política y un entendimiento riguroso de los retos y oportunidades por delante. Es un buen augurio”.
Así, con estas palabras, remató su colaboración del pasado viernes en el diario Reforma la directora general del Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC), Verónica Baz.
No cabe duda que la estrategia mediática del nuevo gobierno de Puebla ha funcionado de mil maravillas, con impacto incluso en algunos de los más prestigiados círculos académicos del país.
Por cierto: ¿Será cierto que existe una encuesta en la que Rafael Moreno Valle ya aparece posicionado como la tercera mejor opción del PAN para la carrera presidencial del 2012, después de Creel y Josefina?
De ser así, ¿la van a guardar o la harán pública?
Y más importante aun: ¿cuándo?
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Que Manuel Youshimatz tardó sólo unas horas en confirmar, como le dije el pasado lunes, que es el negrito en el arroz del nuevo gobierno.
Escribí: “Sin duda, el trabajo en los primeros 100 días del gobierno morenovallista dentro del ámbito deportivo estatal ha dejado mucho que desear, y peor: ha generado un sin número de dudas, básicamente por la pésima relación que se está dando hasta el momento entre las autoridades deportivas y los propios atletas y entrenadores”.
Un día después, el martes, padres de familia de las selecciones juveniles menor y mayor de softbol lo encararon debido a las irregularidades, abusos de confianza y agresiones cometidas por su brazo derecho, Daniel García, coordinador del Deporte Federado, durante la Olimpiada Nacional en Yucatán.
En respuesta, y con la sensibilidad propia de un elefante, el director del Instituto Poblano del Deporte sólo atinó a responder: “Están exagerando”. Así, sin investigar primero las quejas, que por cierto no se limitan al softbol.
Sí. La designación de Youshimatz parece ser una de las más desatinadas de este sexenio.
El titular de la SEP, Luis Maldonado, su padrino político, aún está a tiempo de rectificar, pero ya se sabe que no lo hará y que seguirá consintiendo las torpezas de su protegido.
¿Qué opinará el gobernador de lo que está pasando en el Instituto Poblano del Deporte?
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Que en el gobierno del estado nadie se explica de dónde sacó tanta valentía doña Marcia Maritza Bullen Navarro, que solícita, sin ningún contratiempo, dio entrada a una queja contra el secretario de Seguridad Pública, Ardelio Vargas Fosado, por el violento desalojo de comerciantes de autopartes en la zona de la Secretaría de Finanzas.
Nadie le cuestiona que investigue el claro, clarísimo abuso de autoridad que Ardelio Vargas cometió junto con sus pares, los gorilas de la policía, sino la sospechosa celeridad con que la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado se convirtió de un día para el otro en “crítica del poder”, “independiente” y en la gran defensora de todas las injusticias habidas y por haber.
Qué le pasó si durante el pasado sexenio fue una tapadera que no se atrevió a tocar ni con el pétalo de una rosa a los jefes policiacos del marinismo, especialmente al antecesor de Ardelio, el general Mario Ayón (¡Salud!, donde quiera que esté), que no una, varias veces ordenó el uso excesivo de la fuerza para “solucionar” toda clase de conflictos.
Bullen Navarro fue impuesta por Mario Marín y Mario Montero, a la sazón secretario de Gobernación, al frente de la CDHE, y tal vez por eso mismo nunca tuvo los tamaños para cuestionarlos.
Pero ahora sí lo hace con los funcionarios del nuevo gobierno.
¿De dónde sacó el coraje?
¿Y la valentía?
O será simplemente que de repente recobró la vista.
De ser así, a qué santo debemos adjudicarle el maravilloso milagro.
¿Acaso al Santo Niño Cieguito del Templo de las Capuchinas?