Arturo Luna Silva
Varios, varios signos de admiración empieza a provocar Humberto Aguilar Coronado entre dirigentes y militantes del PAN.
Y es que de la noche a la mañana, “El Tigre” pudo hacerse de una infraestructura electoral que ya quisieran muchos aspirantes del PRI a cargos de elección popular.
Hace poco sus operadores en el interior del estado recibieron camionetas del año, nuevecitas de paquete, por cortesía del senador de la República que compite con Ana Teresa Aranda y Rafael Moreno Valle por la candidatura del blanquiazul al gobierno de Puebla.
Son Nissan, de cabina, y están re´chulas.
Tres de los beneficiarios (¿o bendecidos?) fueron Eliseo Sayas, en Acatzingo; Manolo Beristáin, en Tehuacán, y Antonio Aguilar de la Luz, en Tecamachalco.
Las adquisiciones han llamado poderosamente la atención de líderes panistas, incluyendo al nuevo jefe estatal, Juan Carlos Mondragón, pues en el partido fundado por Manuel Gómez Morín todos saben que si alguien evita a toda costa invertir un solo peso de su cartera en sus propios proyectos políticos, ése es Aguilar Coronado.
Que de repente abra la chequera y compre camionetas para su gente, ha causado suspicacias y no pocas preguntas.
Especialmente entre aquellos que recuerdan, y mucho, las reuniones en lo oscurito que “El Tigre” ha sostenido recientemente con algunos influyentes aspirantes del PRI a Casa Puebla, reuniones cuyos motivos y temas, por cierto, a la fecha no han quedado del todo claros.
Hace poco, por ejemplo, se supo que se entrevistó con el secretario de Desarrollo Social del estado, Javier López Zavala.
¿Será, pues, que sí es cierto lo que cuentan?
¿Que Humberto sirve a intereses ajenos al PAN?
¿Que estaría trabajando como “quintacolumna” panista?
¿Que su tarea consiste en desgastar a Rafael Moreno Valle, arrebatarle simpatizantes en el interior del estado e impedir que se convierta en el candidato del blanquiazul para, a su vez, evitar un choque de trenes electoral, el próximo 4 de julio, entre el propio Moreno Valle y el “delfín” marinista?
¿Que al PRI le conviene un contendiente más cómodo, digamos Paco Fraile o el propio Aguilar Coronado, para evitar cualquier sorpresa en las elecciones constitucionales del 2010?
Sí.
Varios, varios signos de admiración empieza a provocar Humberto.
Especialmente ahora que ya cuenta hasta con camionetas del año para poder movilizarse y llegar a lugares donde antes le resultaba imposible.
Y es que como diría Chicoché:
¿Quién pompó, “Tigre”?
¿Quién pompó?