La nueva dirigencia estatal de Morena se definirá en las 15 asambleas distritales del 30 julio y el Congreso Estatal, que tiene cita para el 6 de agosto, será de mero trámite para ungir a los ganadores. Los votos son los único que cuenta en este método de consejeros. Nada más vale y quien tenga la capacidad de llevar sufragios a causa será el triunfador.
En cada asamblea se elegirán 10 consejeros, cinco hombres y cinco mujeres.
Los 150 que irán a la Asamblea Estatal votarán por los aspirantes a la dirigencia.
Todo se gana con votos.
Nada se puede disputar sin ellos.
Desde ahora, muchos grupos que se saben con una influencia menor o muy regional en ese partido, han comenzado a descalificar el proceso.
La realidad es que solamente el barbosismo es la corriente de Morena que tiene una presencia estatal completa.
Entre los nueve aspirantes hay algunos que son conocidos en la Sierra Norte, otros en la capital y unos más en la zona metropolitana.
(Rosa Márquez, Claudia Rivera, Carlos Evangelista, Abelardo Cuellar, Marco Alonso Aco Cortés, Rosa Márquez Cabrera, César Addi Sánchez Salinas, Carlos Hernández y Heliodoro Luna Vite, son los aspirantes).
Nadie es una figura estatal completa.
Ni un grupo que tenga la capacidad de convocatoria de toda la militancia estatal.
De ahà que nadie, tampoco, tenga seguro su triunfo.
Incluso hay quienes, de antemano, saben que serán derrotados.
Aplastados.
El método abierto a la población para elegir los 150 consejeros -10 por cada uno de los distritos electorales federales- que utiliza Morena tiene sus riesgos.
Basta con que un simpatizante se presente para que su voto cuente.
Siempre que se afilie en ese momento.
Pero el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) no puede aspirar a un formato distinto de lección de su dirigencia.
Hay que recordar que su padrón de militantes fue invalidado por el Instituto Nacional Electoral (INE).
El número de votos es lo único que contará.
Vengan de donde vengan.
Lleguen de donde lleguen.
Efectivamente, hay un riesgo de que militantes de otros partidos quieran meter la mano.
Siempre lo hay cuando un instituto polÃtico convoca a las urnas para resolver sus procedimientos internos con el voto universal.
Para Morena en Puebla, como en el resto del paÃs, pues las asambleas se realizarán en los 300 distritos electorales federales, es un tema de aritmética.
Ganará quien sume más.
Quien tenga más capacidad de convocatoria.
Cualquiera que sea el método para obtenerla.
Este lunes, el gobernador Miguel Barbosa recordó que solamente con votos se ganará la dirigencia de Morena en el estado.
Las grillas no cuentan.
Las intrigas menos.
Es voto por voto.
Distrito por distrito.
Consejero por consejero.
No hay que buscarle más, ni llamarse a la sorpresa si las cosas no resultan como cada cual espera.
Saquen ábacos y calculadoras.