En coincidencia con el boom del interés por el documental de Netflix, Duda Razonable: Historia de dos secuestros, que retrata las graves deficiencias del sistema judicial mexicano, este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL 2021), que cuantifica también los graves problemas del sistema penitenciario.
Entre todos los datos, abundantes, precisos y nacionales, uno específicamente debe llamar la atención sobre Puebla.
En la entidad, describe la ENPOL, 55.4 por ciento de la población privada de su libertad está todavía con su proceso en marcha.
Es decir, no tiene sentencia.
Estamos hablando de que, los procesos de más de la mitad de los reos en Puebla, se encuentra todavía “en instrucción”.
Pero ya están tras las rejas.
Esa cifra ubica al estado como el segundo con más casos de estos.
Puebla está solamente detrás de Tlaxcala, que ocupa el primer lugar en este deshonroso ranking, con 68.7 por ciento de su población carcelaria sin sentencia.
En tercer lugar, está Chiapas (52.4%).
En cuarto Oaxaca (49%).
La media nacional es de apenas 27.8 por ciento de los reos sin sentencia.
Puebla la duplica.
A propósito de las cárceles y los procesos de los reos, el gobernador Miguel Barbosa Huerta reconoció hace unos días que el sistema penitenciario está “en crisis”.
Lo dijo al abordar, tras una pregunta en su conferencia matutina del jueves pasado, el caso del penal de Tula.
La escandalosa fuga, de película, con armas largas, vehículos blindados y una sofisticada red de complicidades y amenazas, de reos que realizó en una cárcel de Hidalgo un comando armando.
Todo está concatenado.
El deficiente sistema judicial ha sobrepoblado las cárceles.
Los procesos son lentos.
Injustos.
Decenas de miles de reos, al menos la tercera parte de las 220.5 mil personas privadas de la libertad, no tienen sentencias, en el país.
Muchos de ellos están muy probablemente purgando penas por delitos que no cometieron.
Es más, es de lo más común en México.
En Puebla más de la mitad de las 8.9 mil personas presas (0.7 mil mujeres y 8.2 mil hombres) están sin sentencia.
Se hayan en el limbo de la duda razonable.
De ahí la referencia al documental de Netflix.
El trabajo del investigador y documentalista Roberto Hernández, quien fue co-director de Presunto culpable (2008), deshebra la historia de cuatro personas que son acusados de secuestro, injustamente.
Cuatro hombres que no han recibido sentencia.
Una historia, lamentablemente, muy repetida en México.
Historias de las que Puebla tiene a mares.