“La corrupción es un cáncer”, reza la acusación común de los discursos de los políticos. Pero si encima se da en tiempos tan graves, como los que atravesamos por la pandemia, y si además se realiza contra los escasos recursos que deben utilizarse para salvar vidas, entonces debiera ser considerada un acto criminal.
No es una exageración suponer que eso ocurre en la Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla, de acuerdo con una denuncia documentada en manos de este reportero.
Se trata de negocios oscuros que se realizan con millonarias licitaciones “a modo” o adjudicaciones directas -nos señalan- en la Jefatura de Servicios Administrativos, cuyo titular es Érick Enrique Iturriaga Perea.
La más reciente, para entregar mañosamente un contrato de 8 millones de pesos a empresas que tienen sospechosa cercanía con ese funcionario.
Personas que se identificaron, pero de quienes, por obvias razones, omitimos sus datos, describen que:
“En lo que va de año se han realizado, en números redondos, 300 procesos de contratación”, en la Delegación.
De ese número, en 91 por ciento de los casos “han sido adjudicaciones directas”.
Cifra que de por sí llama mucho la atención.
“Seis por ciento invitaciones a por lo menos 3 personas (proveedores) y sólo 5 por ciento han sido licitaciones públicas nacionales”.
El resumen de la denuncia establece que los datos están a disposición en el portal CompraNet de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) del Gobierno de México.
Esos números, por sí solos, son muy sospechosos.
Nada comunes.
Hay más: “después de corroborar que las pocas licitaciones públicas se declaran desiertas, y actuando sin ningún respeto a la Ley de Adquisiciones, en vez de volver a licitar públicamente, en una segunda ronda, lo que hace Iturriaga es realizar una invitación a por lo menos tres personas”.
¿Acomoda las cosas?
Es una explicación que debiera dar el titular del área.
Esto ocurre con todo el conocimiento -aseguran- de la delegada María Aurora Treviño García y del director general, el ex senador Zoé Robledo Aburto.
Y surgen más preguntas.
¿Qué hace el Órgano de Control Interno, que ya recibió las denuncias formales?
Los trabajadores del IMSS que hacen la denuncia, y que llevan años laborando en la Delegación en Puebla, aseguran que “ni con los gobiernos priistas había pasado tal cosa”.
Para muestra, el último botón.
Recientemente la licitación LA-050GYR006-E340-2021, por casi ocho millones de pesos, fue declarada desierta.
Se trata de la contratación para el servicio de mantenimiento al Equipo Médico del Régimen Ordinario y Bienestar.
Es para los hospitales de La Margarita, Tehuacán, Teziutlán, Izúcar de Matamoros, Chiautla de Tapia, Ixtepec y todas las clínicas en el estado.
Las empresas en las que el titular de Adquisiciones, aseguran, “tiene participación”, no cumplieron con los requisitos.
De ahí que se haya emitido la declaración de licitación desierta.
“Y ahora se aventó la puntada (Érick Enrique Iturriaga Perea) de saltarse la Ley de Adquisiciones y, en segunda ronda, decidió volver a contratar el servicio, pero ahora en una invitación a sus cuates”.
“Una invitación a tres… con la diferencia que ahora podrá repartir esos 8 millones que él ya sabe vale este servicio a sus empresas: Corporativo en Servicios de Ingeniería Médica SA de CV”, es la acusación.
Agrega un dato importante: “esa empresa era beneficiada cuando su ahora coordinadora de abasto, Diliam Montaño Hernández, era directora Administrativa en el ISSSTEP, en tiempos de Karen Berlanga”.
La acusación, por cierto, la conoce el Órgano de Control Interno.
Mientras en adjudicaciones directas hay toda una danza de millones de pesos, el personal se juega la vida contra la COVID.
Todos los días.
Sin insumos suficientes.
También así el personal administrativo.
“Eso sí, no tienen para darnos más que dos cubrebocas a la semana, un vaso desechable con gel antibacterial y un par de guantes de nitrilo”, agrega la denuncia.
Así enfrentan la pandemia en el IMSS-Puebla.
Con valentía y la vocación.