Las medidas radicales pero indispensables en contingencias son siempre impopulares y ningún gobierno las quiere asumir. Para la ciudad de Puebla se ha planteado implementar el programa “Hoy No Circula”, como el que desde noviembre de 1989 se aplica en el entonces DF. El tema se ve urgente, por los altos niveles de polución que la capital poblana ya registra. La restricción de tránsito un día a automotores particulares, con base en su antigüedad, trae consigo muchos más beneficios, además de la calidad del aire: contribuye a disminuir congestionamientos y resulta acicate para la renovación del parque vehicular del estado, que al cierre de 2018 llegó a un millón 492 mil 217 autos. La duda es si el gobierno municipal, con el indispensable apoyo del nuevo estatal, se atreverá a esta imposición que pondría fúricos a muchos ciudadanos y en la que juega en contra el pésimo transporte público. ¿Quién le cuelga el cascabel al gato?
La propuesta no es nueva en Puebla, pero al menos hasta ahora no se han presentado, o no se han dado a conocer lo suficiente, estudios serios y completos de lo que eso implicaría para la movilidad de la capital del estado.
El planteamiento viene ahora con fuerza desde la Presidencia Municipal y el Cabildo, por la alta contaminación de mediados de mes, que alcanzó en el registro de monitoreo su nivel más alto, 111 puntos, en el rango de “mala calidad del aire”.
Esa polución se sufrió -con mayor énfasis en la Ciudad de México- en todo el centro del país, en ese conglomerado demográfico denominado Megalópolis.
Ya en 2016, a propuesta del entonces jefe de Gobierno capitalino, el hoy senador perredista Miguel Ángel Mancera Espinosa, se proyectó un “Hoy no Circula” para la Megalópolis, que integran la capital del país, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala.
Aunque hubo reuniones entre los mandatarios de estas entidades, el tema no prosperó, por la obviedad de las distintas condiciones de cada una.
En nada, todavía, se parecen la contaminación, los problemas de movilidad y el tamaño del parque vehicular de, por ejemplo, Cuernavaca, Pachuca, Puebla y/o la Ciudad de México.
De ahí que habrá que tener muchísimo cuidado y detalle, revisar los pros y contras, las proyecciones, condiciones y consecuencias, sobre su implementación.
No solamente los detalles medioambientales, sino de movilidad, capacidad del transporte público, que en Puebla es de los cinco peores del país, sociales y económicos para la población.
¿Serán conscientes de eso o lo tendrán ya resuelto los integrantes de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el Cabildo de Puebla capital, que anunciaron que propondrá el “Hoy no Circula”?
Por supuesto, la medida puede ser buena y no se debe prejuiciar, pero tampoco se puede pasar por alto que hay muchos detalles que resolver antes de implementarlo.
A diferencia de la Ciudad de México, nuestra capital de la entidad no cuenta ni medianamente con un buen transporte colectivo, ni suficientes vías de alto flujo, lo que han venido constipando el tránsito en las calles.
Hay datos insoslayables a considerar:
En la zona conurbada de la ciudad de Puebla viven, de acuerdo con algunas mediciones, 2.3 millones personas, del total de 6.3 millones que hay en el estado.
Sin embargo, por la confluencia diaria de habitantes de Tlaxcala y municipios más alejados de la mancha urbana central, la concentración poblacional en un día laboral cualquiera, puede alcanzar hasta 3 millones de personas en esta región.
Se cuenta la interacción cotidiana en la zona conurbada, social, comercial, laboral, estudiantil, con otros 21 municipios poblanos, más la suma de Tlaxcala.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en la capital, 50 por ciento de los traslados, 1.8 millones diarios, se hacen en transporte público.
Solamente 15 por ciento, unos 500 mil, de modo particular.
Y luego, los detalles:
También habrá que preguntarse desde qué año de modelo de automóviles serían sometidos a la restricción de tránsito de un día a la semana.
¿Se copiaría en calca el modelo del otrora Distrito Federal?
Ya hemos visto cómo replicar, sin la suficiente tropicalización otros modelos, a veces no funciona.
Ahí está el Metrobus, como ejemplo.
Sin afán de ser pesimistas y con sólo los datos de botepronto que tenemos, el tema se ve delicado.
En el colmo de la complicación, la pregunta: ¿se atreverá el gobierno municipal de la morenista Claudia Rivera Vivanco, con tan baja aprobación, con el apoyo del estatal que entrará en funciones el 1 de agosto, a tomar esta decisión?
¿Asumirá el alto costo político por el enojo social de quienes solamente tienen un auto y no cuentan con posibilidades de adquirir otro en mejores condiciones?
Son muchas preguntas, pero una es la que vale:
¿Quién le pone el “Hoy no Circula” a Puebla?
O en otras palabras, ¿quién le cuelga el cascabel al gato?