Aunque no hay datos duros que arrojen luces sobre lo que definirá el TEPJF acerca la elección de gobernador en Puebla, la fiebre de las especulaciones ha infectado al PRI, en donde una creciente corriente busca, en caso de la anulación, sustituir a Enrique Doger como candidato en un proceso extraordinario. Esa posibilidad, que ya se manejaba en el ala rebelde, la dejó formalmente sobre la mesa el ex mandatario de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, quien este martes planteó abrir a la militancia la selección del nuevo abanderado. La propuesta lleva implícita una abierta declaración de guerra al CEN.
Para esa confabulación, que depende irrestrictamente del fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a favor de la impugnación del Movimiento Regeneración Nacional(MORENA), incluso ya hay nombres de quienes podrían ser el relevo del ex alcalde de la capital poblana.
Algo como lo que ocurre en el lopezobradorismo poblano, respecto de Luis Miguel Barbosa, que ha terminado por contagiar a los priístas.
Entre otros, se barajan los nombres de Germán Sierra Sánchez y Ricardo Urzúa Rivera.
El primero es una de las cabezas del disminuido Grupo Renovación, que hace unas semanas manoteo con un desplegado contra su dirigencia nacional, por la “entrega” del tricolor al morenovallismo.
Sierra, ex diputado, ex senador y ex presidente estatal del PRI, fue en los años 90 aspirante formal a Casa Puebla, pero se quedó en el camino y con una carrera política casi aniquilada.
Sin embargo, podría ser la carta de ese grupo antiDoger en el que, por cierto, entre los abajo firmantes hay muchos que hoy buscan desesperadamente chamba en MORENA.
En tanto, el ex senador Urzúa, aparentemente, tendría el beneficio de la duda, como posible carta que genere unidad en el tricolor poblano.
Hay y habrá, en los siguientes días, más en esa lista de aspirantes.
El priísmo, que también transpira la calentura especulativa, delata en algunos de sus cuadros incluso delirios febriles.
No falta quienes ven la posibilidad de que, en una elección extraordinaria, si el TEPJF no ratifica el triunfo de Martha Érika Alonso Hidalgo, se abra una oportunidad de recuperar -“ahora sí”- la gubernatura que perdieron en 2010.
Así se los dejó sentir el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, esta tarde en su visita y reuniones en Puebla, coordinada por el marinista y ex candidato a diputado federal Ramón Fernández Solana, operador de Mario Marín, antes aliado coyuntural de Doger, hoy distanciados.
Por supuesto la recuperación de la plaza es impensable en el análisis serio, alejado del calor de la pasión.
Sin embargo, la decisión de abrir, como proponen los rebeldes y Ruiz Ortiz, la elección de un nuevo candidato a la militancia es exclusiva del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, que preside Claudia Ruiz Massieu Salinas.
Sí, una de las mejores amigas en la política y aliada de muchas batallas, del ex gobernador Rafael Moreno Valle.
Ella, quien además ha sido vilipendiada por los grupos rebeldes poblanos y por el mismo ex mandatario oaxaqueño.
Claudia Ruiz, quien además ha otorgado su respaldo al dogerismo y a Javier Casique Zárate, para que siga al frente del Comité Directivo Estatal.
Visto así, el virus de la especulación y los deseos de los conspiradores tienen un color muy deslavado.
En ese escenario, es imposible que ocurra la sustitución del ex rector de la BUAP.
Sin embargo, la conjura sigue.
Avanza lento, como los días que faltan para la resolución del TEPJF.