El pasado martes, en el Congreso del estado, el diputado del PT Valentín Medel Hernández presentó una iniciativa para reformar y/o derogar diversos artículos de la Ley para la Protección al Ambiente Natural y el Desarrollo Sustentable de Puebla, una ley que en su momento fue estigmatizada pero que en realidad tenía –y tiene- más bondades de las que se presumieron.
Seguramente el legislador petista, metido en la lógica de venganza que ha guiado todas y cada una de las acciones de los integrantes de la bancada de Juntos Haremos Historia, lo desconoce, pero el fundamento con el que se realizó esta modificación a la ley en 2014, fue abatir la crisis de contaminación visual, un gravísimo problema en el estado desde hace varios años.
Por ello se otorgaron facultades a la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (SDRSOT) para que regulara tanto la prevención como el control de las instalaciones y anuncios publicitarios que afecten la imagen de las vialidades de jurisdicción estatal, zonas adyacentes (hasta una distancia 100m. a partir del límite de éstas) y de los bienes inmuebles propiedad del estado.
En su momento, el diputado morenovallista Eukid Castañón Herrera, autor de esta iniciativa, aclaró que no existía invasión a los territorios municipales, pues la adyacencia es algo que está previsto incluso en leyes y reglamentos federales; un ejemplo son las carreteras federales con el derecho de vía.
La modificación a la ley permitió sumar acciones para proteger la imagen del paisaje urbano contra la contaminación visual en el ámbito estatal y evitar distracciones peligrosas que pudieran generar un accidente de tránsito.
Sin embargo, la actual Legislatura, en un desatinado afán de revertir el trabajo hecho por sus antecesores, busca echar atrás esta modificación a la ley, basándose más en el interés político que en un sustento real que beneficie a los ciudadanos.
Muestra de ello es la incongruencia del Partido del Trabajo, integrante de la coalición Juntos Haremos Historia, quien ahora propone la iniciativa para echar abajo la ley, actuando contradictoriamente, ya que durante la aprobación de ésta, en 2014, ellos, los del PT, ¡la votaron a favor!, a través de Lizeth Sánchez y Mariano Hernández, sin que en ese momento hicieran las críticas a las que hoy se hace alusión.
Como se observa en una consulta rápida a los archivos digitales del poder Legislativo, aquella iniciativa se aprobó con 37 votos a favor, cero en contra y una abstención, la del diputado del PRI Pablo Fernández del Campo.
Pero ahora, en el colmo de la esquizofrenia, el PT propone echar abajo lo que los mismos diputados del PT avalaron sin chistar en su momento.
¿Así o más incongruentes?
Lamentablemente el Congreso del estado, dominado casi en su totalidad por la coalición Juntos Haremos Historia, se parece cada vez más a La Nave de los Locos de El Bosco, donde lo real con lo surreal se confunden y en ocasiones llegan a mimetizarse en un mundo en el que no reina la cabeza sino el vientre.
***
Quien se perfila para convertirse en uno de los mejores presidentes municipales del próximo trienio es Guillermo Velázquez Gutiérrez, tal vez el único edil electo que verdaderamente ha llevado a cabo un proceso de transición y planeación administrativa ordenado y con visión a corto, mediano y largo plazo, en este caso en beneficio de los habitantes de Atlixco.
El pasado 1 de julio Velázquez Gutiérrez no sólo logró rescatar del tsunami AMLO a una de las ciudades de más peso político, social y económico del estado, sino consiguió que siguiera gobernada por Acción Nacional, lo que lo convierte en el panista al frente del municipio más importante que ganó el PAN en el estado, tras la debacle albiazul en Puebla capital y San Pedro y San Andrés Cholula, entre otras importantes cabeceras.
Todavía no toma posesión del cargo para el cual fue electo y el ex diputado federal y ex tesorero municipal ya logró ser designado presidente de la Comisión de Preservación y Mejora de Sitios de Interés Turístico de la Federación Nacional de Municipios de México, esto durante la reciente reunión de alcaldes de Pueblos Mágicos en Orizaba, Veracruz.
No pierda de vista a Guillermo Velázquez, dará mucho de qué hablar, y para bien.
***
Entre muchas otras, menuda bronca heredó el fiscal general con licencia Víctor Carrancá a su sucesor (¿temporal?), Gilberto Higuera Bernal, con el caso de la denuncia que fue presentada contra Alejandro Armenta Mier por un presunto peculado con recursos económicos federales destinados a los programas emergentes por los daños causados por la tormenta tropical “Lorenzo” y el huracán “Dean” en 2007, en los tiempos en que el hoy senador de Morena era secretario de Desarrollo Social del gobierno estatal.
Desde mayo pasado Alejandro Armenta obtuvo un amparo indirecto (el 178/2018) para que la Fiscalía General del Estado recabe los elementos de prueba que ordenó desahogar y con ello responda a la petición del quejoso de declarar la prescripción de la acción penal.
Sin embargo, el caso no se ha movido y el fiscal suplente corre el riesgo de ser amonestado o fuertemente sancionado por desacato.
No cabe duda que con esos “amigos” para qué quiere enemigos Gilberto Higuera Bernal, parado –literalmente- sobre múltiples barriles de pólvora a punto de estallar, herencia del morenovallismo.