Como el primero en su tipo a nivel municipal en todo el país, entró en operaciones el Centro de Estudios e Investigación en Seguridad Pública y Política Criminal en Puebla capital, una verdadera central de inteligencia y acción contra la delincuencia que, a través de la tecnología y la utilización de procesos científicos, definirá la estrategia específica que se aplicará por zonas, delitos y hasta horarios. Con este centro, cuya instalación es una decisión y gestión del alcalde Luis Banck Serrato, en coordinación con el gobernador Tony Gali, se combatirá la inseguridad en las vertientes de prevención y acción, con un esquema de verdaderos tiros de precisión, algo que no se ha hecho nunca en nuestra ciudad.
Los resultados deben verse de inmediato en la disminución de la incidencia delictiva que aqueja a los poblanos, pues el diagnóstico, como primer logro de esta central, ya está disponible.
Hoy ya se sabe el por qué, el cómo, el cuándo, el a qué hora y hasta de qué color, en el caso de robo de vehículos, se presentan los rangos de incidencia.
Con herramientas tecnológicas de punta, este centro realiza un monitoreo las 24 horas del día y está conectado al Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C5).
En sus cuatro departamentos, se acopia e interpreta la información que tiene como objetivo el diseño de las estrategias operativas.
Se identifican también los factores de riesgo y con esos diagnósticos se formular las políticas públicas en materia de prevención del delito.
La premisa es sencilla, aunque por supuesto conlleva un trabajo meticuloso y muy especializado de primer nivel: analizar los orígenes y patrones de la delincuencia, para combatirla con eficiencia.
Los operativos serán, con base en esa información, de alta precisión y no acciones intuitivas, como ocurre en casi todo el país.
Más allá de fobias o coyunturas políticas y electorales, Luis Banck no ha escatimado en este Centro de Estudios e Investigación en Seguridad Pública y Política Criminal y para ello ha contado con todo el respaldo del gobernador Tony Gali.
El trabajo ya ha comenzado a rendir frutos en el diagnóstico que es indispensable para una correcta política de prevención y combate al crimen.
Efectivamente hay mucha inseguridad, pero también hoy en el círculo cercano de Luis Banck se tiene claro qué hay que hacer.
Por ejemplo y ya como producto de este Centro, se tienen ya perfectamente identificados principales patrones de los hechos delictivos que ocurren en la capital y que son la mayor preocupación de los ciudadanos.
Con la labor de inteligencia que aquí se realiza, el equipo de Banck puede ahora diseccionar la incidencia.
Aquí algunos ejemplos: se ha detectado que 9 de cada 10 delitos los cometen hombres.
Casi 70 por ciento de ellos los perpetran jóvenes de entre 17 y 33 años.
La mayor incidencia en robo a tiendas de conveniencia se da domingo y lunes.
En este rubro, gracias a las medidas paralelas de autoridades y empresarios, durante junio de este año, este delito disminuyó 70 por ciento en relación con el mismo periodo de 2017.
El auto que más se roban en la ciudad de Puebla es el Nissan Tsuru; en segundo lugar está la camioneta Chevrolet Pick-Up y en tercer lugar los Jetta de la Volkswagen.
Bueno, se sabe que hasta los vehículos de color blanco son los que prefieren los ladrones. Seguramente por el repintado que realizan en muchos casos.
Hay más datos, como los casos de violencia familiar, que se ha detectado que se incrementan hasta cuatro veces los jueves y los domingos, y que en su mayoría los cometen hombres de entre 18 y 27 años, que consumieron alcohol o drogas.
Con los datos del Centro de Estudios e Investigación en Seguridad Pública y Política Criminal, también se han identificado las 50 colonias, de mil 500 que hay en la ciudad, que concentran 45 por ciento de los casos de robo a casa habitación.
En esas colonias están, principalmente, en la periferia de la ciudad.
Esos son solamente ejemplos.
Ante la proximidad de dejar el cargo, el alcalde Luis Banck Serrato dejará mucha tarea adelantada con buenos resultados a su sucesora, Claudia Rivera, preocupada –como ya lo ha hecho evidente- sobre el tema de la inseguridad, tanto que no ha dudado a la hora de evidenciar la mezquindad y pobreza política e intelectual de los porros y hooligans de su partido, que, consumidos por el odio y el anhelo de venganza, preferirían la parálisis a la acción gubernamental en beneficio de la sociedad.
En este caso, el gobierno de Banck será un hito, un afortunado parteaguas.
Y a la larga los poblanos se lo agradecerán.