Le ha costado a MORENA aprender a ser partido político, pero lo está logrando. En lo que va del proceso electoral ha ratificado que las canalladas y la simulación ya forman parte de su modus operandi; tan sólo hay que echar una mirada a la Mixteca poblana, donde “La Esperanza de México” lucra con los desamparados.
Con todo cinismo, MORENA saca ventaja de la tragedia que dejó en la entidad el sismo del pasado mes de septiembre, pues en aquella zona del estado, una de las más pobres y la más golpeada con el terremoto, los vivales seguidores de Andrés Manuel López Obrador prometen “ayuda” a los afectados previo registro, un mecanismo clientelar que no tiene otro objetivo que el de reclutar a poblanos para sus fines electorales.
Nada más ruin.
Y es que a través de una cédula como la que aquí se publica, con la imagen del partido que dice ser diferente al resto, pide nombre, domicilio, medios de contacto, ocupación, número de integrantes de la familia y sus edades, y si es que es beneficiario de algún programa público.
Además, detalles del inmueble que resultó afectado y del apoyo que ha recibido del gobierno tras la tragedia, así como la descripción de lo que le haga falta.
A esta deleznable cooptación, que implica un grave delito electoral, se suma la simulación de un proceso democrático de selección de candidatos que ya está cobrando facturas entre sus aspirantes, con jaloneos entre los perfiles advenedizos y los morenistas de cepa.
Los primeros, como el ex perredista Luis Miguel Barbosa, el ex Movimiento Ciudadano José Juan Espinosa o el ex priísta Alejandro Armenta, dotados de un arsenal de triquiñuelas, buscan quedarse con una buena tajada; los otros patalean porque sienten que están a punto de perder lo que consideran merecer por derecho de antigüedad.
La confrontación se da, por cierto, ante una dirigencia estatal, comandada por Gabriel Biestro, inoperante, complaciente, fofa, cómplice y tan ambiciosa como los llamados advenedizos.
Es por eso que en un acto por demás de ingenuidad -o en abono a la falsedad-, un grupo de militantes ya solicitó por escrito al Consejo Nacional de MORENA un informe del mentado proceso. Al menos un avance en donde diga quiénes aparecerán en las supuestas encuestas que definirán al coordinador de organización, eufemismo para nombrar al candidato a la gubernatura de Puebla.
Sin embargo, en el caso de la candidatura a Casa Puebla, todo indica que será en breve que se hará pública la unción del académico Enrique Cárdenas, sin encuestas de por medio, sólo por las pistolas de López Obrador, cristalizando, faltaba más, la vida antidemocrática de un partido que presume de lo contrario.
El cinismo y la corrupción no dejan de ser inherentes a los partidos políticos. Si bien es cierto que entre ellos hay diferencias ideológicas, también lo es que entre sus promesas (como el de “La Esperanza de México”) y los hechos, existe una gran diferencia.
Y es que cuando el poder está en juego, bien vale sacrificar cualquier principio.
MORENA lo sabe y ya lo practica, haciendo cumplir la máxima aquella de que el poder iguala.
¿O alguien lo duda?