Arturo Luna Silva
Candidatos, líderes de partido y consejeros electorales llevan semanas chillando como marranos por la campaña del voto nulo, o “tache a todos”, que promueven algunas organizaciones ciudadanas como (inútil) instrumento de “castigo” a la clase política en general.
Peor aún: las previsiones de los especialistas señalan que en la jornada del próximo 5 de julio el abstencionismo será histórico, pues podría alcanzar hasta el 65% del padrón.
Pero al IFE, el -se supone- principal responsable de promover la participación de los poblanos en las urnas, todo lo anterior parece importante muy poco.
O nada.
Y es que se ha convertido en el principal garrote de aquellos grupos que están haciendo su esfuerzo para que la gente no haga caso a las payasadas del voto en blanco y sí salga a ejercer su derecho al voto.
La pasada semana trascendió que la Junta Local Ejecutiva del Instituto Federal Electoral negó permiso a la Canaco Puebla para llevar a cabo su campaña “Vota, cumplir fortalece la democracia”
Esta campaña consistiría en otorgar el 5 y 6 de julio descuentos, promociones o premios por parte de los comercios afiliados a aquellos ciudadanos que demostraran, con su pulgar manchado de tinta indeleble, haber sufragado, sin que ello signifique que exista un condicionamiento del voto para determinado (s) partido (s) o candidato (s).
Destinada principalmente a incentivar la participación cívica de las personas en edad y con derecho a sufragar, la iniciativa del comercio organizado, empero, fue desautorizada por el IFE, a través de su vocal ejecutivo, Luis Garibi Harper y Ocampo y lo más grave: con argumentos francamente ridículos.
Uno, por ejemplo: que la Canaco buscaba lucrar.
Esto escribió Garibi Harper y Ocampo en el oficio VEL/517/2009, fechado el pasado 14 de mayo y dirigido a Antonio Garay Orea , presidente de la Canaco Puebla:
“Que (la campaña “Vota, cumplir fortalece la democracia”) no cumple con lo dispuesto en el artículo 4, fracción III, inciso i), en virtud de que no tiene como finalidad única la promoción del voto, puesto que en su propio texto establece que se otorgarán premios, promociones y descuentos, lo que indirectamente se reflejará en beneficios para los comercios participantes”.
El vocal ejecutivo del IFE no sólo se tardó casi cinco meses para contestar lo anterior (la petición de autorización se presentó desde el 11 de diciembre de 2008), sino que descubrió el hilo negro y no sólo eso: olvidó que la misma campaña, totalmente apartidista, ya fue realizada sin problemas en el pasado en por lo menos dos comicios federales y uno local, el de 2007, con el aval del mismísimo Instituto Federal Electoral, que ahora por inexplicables razones cambió de parecer y no sólo eso: se puso leguleyo y celosísimo de su pretendida -pero fracasada- misión de promover el voto y difundir la cultura democrática.
Tanto que lloran por los rincones porque la iniciativa del voto nulo o voto en blanco está permeando en amplios sectores de la población (de hecho, algunas encuestas lo están calculando en hasta el 10% del padrón, más del porcentaje que alcanzarán por ejemplo el PRD o el PSD), para que ahora el IFE salga con la novedad de que no se autorizan los esfuerzos que van en sentido inverso, como el de la Canaco.
¿Pues no que quieren que la gente salga a votar?
Sí, patético.
Patético IFE.
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Hete aquí la solicitud de la Canaco:
Y aquí la absurda respuesta del IFE:
gar_pro@hotmail.com