Son ocho los militantes del PAN que desde las 9:00 horas del pasado 5 de octubre aparecen exhibidos abiertamente como deudores mediante una serie de avisos públicos colocados en los estrados físicos del Comité Directivo Municipal (CDM) de Puebla capital, que preside el diputado local y ex secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico del gobierno del estado, Pablo Rodríguez Regordosa.
Los ocho, regidores.
Los ocho, identificados con el grupo de ultraderecha conocido como “El Yunque”.
Los ocho, integrantes del equipo del ex alcalde Eduardo Rivera Pérez.
Los ocho, panistas que -un día sí y el otro también- exigen democracia interna y más y mejores oportunidades de participación en la toma de decisiones, pero en los hechos incumplen con lo básico, con lo mínimo que establecen los estatutos de su partido, específicamente el artículo 12.
Los ocho, totalmente omisos –y por lo que se ve: negligentes- en el pago de una cuota mensual al PAN, “aplicable para los funcionarios públicos de elección” (popular) y equivalente al 10 por ciento de sus percepciones netas.
Los ocho, “candiles de la calle, oscuridad de sus casas”.
Los ocho, incongruentes entre lo que dicen y lo que hacen.
Son:
Marcos Castro Martínez, Juan Carlos Espina Von Roehrich, Miguel Méndez Gutiérrez, Myriam de Lourdes Arabián Couttolenc, Carlos Francisco Cobos Marín, Gabriel Oswaldo Jiménez López, Adán Domínguez Sánchez y María Guadalupe Arrubarrena García.
Los mismos ocho que aparecen señalados en los estrados físicos del CDM a través de oficios firmados al calce por el secretario general, Carlos Enrique Pando Mejía.
(Para ver los oficios dé click en la imagen)
En ellos se lee que “según la información contenida en el portal de transparencia del H. Ayuntamiento de Puebla, la percepción mensual neta de un regidor es de $63,053.30, por lo que el equivalente al 10% es de $6,305.03 pesos de cuota mensual” (sic).
Por alguna razón que seguramente sólo ellos conocen, ninguno de los regidores ha pagado un solo peso desde que asumieron el cargo el 15 de febrero de 2014.
Así, Marcos Castro debe 192 mil 773.50 pesos.
Juan Carlos Espina, 187,463.50 pesos.
Miguel Méndez, 202 mil 463.50 pesos.
Myriam Arabián, 202 mil 463.50 pesos.
Carlos Cobos, 202 mil 463.50 pesos.
Oswaldo Jiménez, 187 mil 463.50 pesos.
Adán Domínguez, 187 mil 463.50 pesos.
Y Guadalupe Arrubarrena, 187 mil 463.50 pesos.
En total: un millón 550 mil 018 pesos.
(¿Será el típico caso de: “Debo, no niego; pago, no tengo”?).
Sin excepción, Pando Mejía los invita a liquidar sus adeudos “en términos de lo estipulado por la normatividad interna del partido”.
Pero a la fecha, no ha habido respuesta, ninguna, y los deudores lo siguen siendo.
Pero tal vez no por mucho tiempo.
Y es que omisiones de esta naturaleza son motivo de fuertes sanciones al interior de este instituto político.
Tras la exhibición pública en la propia sede de Acción Nacional, su propia casa, ¿cuál es el siguiente paso ante la obvia, persistente negativa a cumplir con sus obligaciones?
¿Una amonestación?
¿La pérdida de sus derechos como militantes?
¿La expulsión?
¿Cómo va a resolverse el extraño caso de los panistas poblanos deudores?
Por cierto: es esta una de las razones por las cuales, salvo Juan Carlos Espina –ex dirigente estatal del PAN y ex diputado local-, estos distinguidos militantes no son elegibles para aspirar a un lugar en el Consejo Nacional del blanquiazul.
Estar al corriente de sus cuotas, es obligatorio para ello.
Es una lástima que ya no se lo pudieron informar a su candidata, Margarita Zavala de Calderón, quien, como se sabe, canceló su programada visita a Puebla debido a que tuvo que someterse urgentemente a una cirugía de retina.
Ya será para la otra.