“Ni un voto a ningún partido político, candidato o candidata a presidente municipal, diputado local o federal, que no se manifieste públicamente en contra de los megaproyectos y a favor de la resistencia indígena y a favor de la vida”.
Tal fue el acuerdo, el pasado fin de semana, del Frente de Organizaciones y Pueblos en Defensa del Territorio y la Autonomía Indígena, un movimiento que crece día con día ante la indiferencia, o el menosprecio, del gobierno de Rafael Moreno Valle.
Reunidos en Zacapoaxtla, donde llevaron a cabo una Asamblea Informativa y el Primer Festival Cultural, se pronunciaron nuevamente con firmeza contra lo que ya denominan los Proyectos de Muerte para Puebla.
Se trata de minas a cielo abierto, hidroeléctricas y ciudades rurales que los desnaturalizan y que han encontrado un total y absoluto rechazo por parte de los pueblos originarios de las sierras Norte y Nororiental del estado, pues afirman que atentan no sólo contra las condiciones de pobreza de muchísimos poblanos, sino contra la relación biológica y cosmogónica con la tierra, su único patrimonio, su más valioso legado.
Si bien pacífica, la rebelión va organizándose mejor conforme transcurre el tiempo.
Al Frente de Organizaciones y Pueblos ya se han sumado otros grupos inconformes con los famosos megaproyectos, como Serranos Unidos en Resistencia Indígena (SURI), el Sindicato de Telefonistas, el Movimiento Independiente Campesino, Urbano y Popular (MIOCUP), la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), la Organización San Salvador Huehuetla (OSSH), el Colegio Indígena Paulo Freire de Huehuetla, el Colectivo Descendientes de la Quinta Compañía de Combatientes del 5 de Mayo de 1862 de Comaltepec y Tatoxcac; la Asociación de Cronistas, Historiadores y Narradores de la Sierra Norte y Altiplano de Puebla A. C. (CHYNAC) y Ciudadan@s Comprometid@s con los Pueblos de la Sierra Nororiental de Puebla, entre otros.
Durante la asamblea, los líderes confirmaron lo que aquí ya se ha dicho: la intromisión de diputados priístas como Javier López Zavala, José Luis Márquez y Josefina García Hernández, así como de dirigentes locales y regionales del PRD, como cabilderos de las empresas interesadas en lucrar con el suelo, el aire y el agua de los serranos.
Dijeron, con todas sus letras, que la mayoría de los aspirantes a cargos de elección popular en los comicios de 2013 están siendo adoctrinados y en algunos casos apadrinados políticamente por estos personajes para que apoyen los megaproyectos.
De ahí la postura de no dar ni un voto a aquel partido o candidato (a) que no se manifieste a favor de la lucha emprendida por el Frente de Organizaciones y Pueblos en Defensa del Territorio y la Autonomía Indígena.
El dirigente estatal del Sindicato de Telefonistas, Marco Mazatle, hizo un llamado a unificar la lucha de los trabajadores del campo y la ciudad, y pelear conjuntamente en contra de dichos proyectos.
Por su parte, el Frente Serranos Unidos en Resistencia Indígena anunció también que se harán los trámites necesarios para conocer la postura sobre la destrucción del patrimonio cultural e histórico de los pueblos que están siendo afectados, por parte de las siguientes instituciones gubernamentales: Conaculta, INAH, CDI y Semarnat, así como la postura de las distintas iglesias: católica o protestante, musulmana o de cualquier otra fe, para saber si están a favor o en contra del pueblo afectado por los megaproyectos en la región.
Y señalaron que tomarán experiencias de otros países de Latinoamérica que han enfrentado con éxito este tipo de atentados y vencido a gobiernos y empresas trasnacionales globalizadoras, que practican el extractivismo como política mundial para apropiarse de los recursos naturales y hacer negocio.
En enero próximo realizarán una nueva asamblea, pero ahora teniendo como sede a Cuetzalan.
La Rebelión en la Sierra está en marcha y sin duda será un factor de atención en 2013, cuando Puebla irá a las urnas para renovar 217 presidencias municipales y el Congreso local, y las tensiones sociales y políticas aumenten de tono.
Hoy pueden seguir ignorándolos. Pero más temprano que tarde, van a tener que escucharlos. De lo contrario, podrían llevarse varias desagradables sorpresas.