Se perdona que en Puebla, el PRI se esté desmoronando.
Que tenga a un dirigente timorato como Juan Carlos Lastiri.
Que esté desactivado.
Que le falte rumbo.
Que se haya prostituido.
Que sea la comparsa del gobernador Moreno Valle.
Que se haya quedado sin discurso.
Que no tenga estrategia.
Que carezca de liderazgos efectivos.
Que esté convertido en el “payaso de las cachetadas”.
Que presuma de su incapacidad.
Que se haya quedado mudo.
Que últimamente sólo haga el ridículo.
Que dé pena ajena.
Sí, se perdona todo eso.
Pero no que un tipo como Carlos Talavera aspire a –y pueda tener la posibilidad de- dirigir al PRI municipal.
Y es que resulta que el Tony Soprano región 4 ahora se dedica a perseguir deudores.
Deudores a quienes corretea y amenaza con golpear si –como dice la canción- no pagan lo que deben.
Eso sí, muy educado, primero les manda un citatorio igualito al que hoy le presento.
Va a nombre de un supuesto Frente Cívico Poblano.
El mismo membrete que, todo mundo lo sabe, históricamente Talavera ha usado para hacer oscuros negocios con ambulantes, tianguistas y otros pobres explotados por la ambición y el cinismo.
¿Es éste el nuevo PRI?
¿El que va a regresar a Los Pinos del brazo de Peña Nieto?
No cabe duda que los priístas de Puebla tienen los cuadros que se merecen.
Y es que nada, pero nada aprendieron del 4 de julio de 2010.
¿O me equivoco?
