Algunos de los asistentes a la famosa comida que hace poco más de una semana tuvieron los diputados locales del tricolor con Rafael Moreno Valle, cuentan que el gobernador ocupó un buen rato de la conversación informal para subrayar su beneplácito por el entendimiento que, pese a todo, y especialmente en los temas sustanciales, han alcanzado los grupos parlamentarios del PRI y PAN en el Congreso del estado.
Directo, sin mensajes cifrados, dijo que en ambos lados ha encontrado apertura, madurez e inclusión para sacar adelante las iniciativas del Ejecutivo y acordar una agenda legislativa propia.
En ese marco, y en ese contexto, Rafael Moreno Valle comentó a los legisladores priístas –entre los que se encontraban José Luis Márquez, Enrique Doger y Filiberto Guevara- que no se había equivocado en apoyar a su modo a Mario Riestra para que encabezara la coordinación de los diputados panistas.
El mandatario dijo que Riestra ha estado a la altura de la responsabilidad y que, a estas alturas de la Legislatura, ya ha despejado cualquier duda sobre su capacidad como negociador.
El encendido elogio recorrió las mesas, donde se entendió claramente como un claro y contundente espaldarazo para el joven político que, contra todo pronóstico, ha dado la cara por el partido del gobernador en el Congreso.
A algunos de los priístas presentes en la comilona llamó la atención, y mucho, que Moreno Valle también reconociera la labor de otro diputado del PAN: Jesús Zaldívar.
Sobre él, indicó que se ha mostrado como un operador eficaz al interior del panismo y que ha subido a tribuna en varias ocasiones para fijar posicionamiento y defender a su bancada.
Para no pocos priístas causó una gran extrañeza que, en contraste, el jefe del Ejecutivo no tuviera una sola mención o palabra de reconocimiento para la labor del presidente de la Gran Comisión, el diputado de Nueva Alianza Guillermo Aréchiga Santamaría.
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Aunque ya ha trascendido que el rescate de la Laguna de Chapulco fue seleccionado entre otros 44 proyectos de 15 países para recibir el Premio Internationale “Torsanlorenzo” en Roma, Italia, este sábado 21 de mayo, vale la pena señalar que la prudencia siempre debe ser la mejor consejera de los políticos.
Y es que por hacer críticas anticipadas, sin una evaluación seria y rigurosa, el caso de Chapulco –una de las grandes obras de la pasada administración municipal- se convirtió en un asunto de desgaste innecesario para ambas partes: la priísta Blanca Alcalá y el panista Eduardo Rivera.
En opinión de muchos, lo decente y lo correcto era que, en reciprocidad a la apertura y voluntad que Blanca tuvo para iniciar con la entrega-recepción con siete meses de anticipación, dándoles y mostrándoles todo lo que se había hecho durante su gestión (aún cuando no estaba obligada a ello), Eduardo Rivera comentara en corto con ella sus observaciones y preocupaciones.
No para proteger a nadie, sino para aclarar y corregir, siempre en el marco de la legalidad, sin distorsiones, lo que fuera necesario, pero evitando siempre que se litigaran estos temas -y más como escándalo- en los medios, porque, como vemos, se puede convertir en un efecto boomerang.
Y es que ahora, ¿cómo va a explicar Eduardo Rivera que está mal lo que para expertos de Europa no sólo está bien, sino que hasta un reconocimiento se merece?
Hay que recordar que detrás del prestigioso Premio Internacional “Torsanlorenzo”, está la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) y que el mismo fue diseñado especialmente para resaltar proyectos ya construidos de arquitectura de paisaje y promover la calidad de espacios verdes urbanos.
Los miembros del jurado de este concurso son de talla mundial y pertenecen a instituciones ejemplares, como la American Society of Landscape Architects (ASLA); European Foundation of Landscape Architects (EFLA), e International Federation of Landscape Architecture (IFLA).
El eminente urbanista y paisajista chino Dr. Kongjean Yu fue el presidente del jurado en representación de la UIA.
El proyecto urbano-paisajístico del Parque Metropolitano “Laguna de Chapulco” fue desarrollado por el arquitecto Mario Schjetnan Garduño, a través de su despacho Grupo de Diseño Urbano.
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La pregunta no es ociosa:
¿Qué va a preferir el alcalde Eduardo Rivera?
¿Acudir en representación del municipio de Puebla a Roma, Italia, a recoger el multicitado premio?
¿O embarcarse en el inexplicable periplo político-legislativo a España para estar presente en el rito católico de beatificación de Juan de Palafox y Mendoza?
¿Y el estado laico?