Sin duda, el trabajo en los primeros 100 días del gobierno morenovallista dentro del ámbito deportivo estatal ha dejado mucho que desear, y peor: ha generado un sin número de dudas, básicamente por la pésima relación que se está dando hasta el momento entre las autoridades deportivas y los propios atletas y entrenadores.
De hecho, ninguna acción relevante en este sector destacó el propio Rafael Moreno Valle durante su informe de hace unos días en el Auditorio Siglo XXI; el tema, incluso, desapareció del estupendo video que, en un interesante juego de ida y vuelta entre pasado y presente, resumió lo mejor del arranque del nuevo gobierno.
Sí, al nuevo personal del Instituto Poblano del Deporte, proveniente la mayoría de ellos del Distrito Federal, incluyendo a su director, Manuel Youshimatz Sotomayor, le está costando mucho trabajo adaptarse, así como aplicar los programas básicos en materia deportiva.
Incluso, la situación es tan grave que ya llega a desesperar a los propios atletas poblanos, ya que tan solo para solicitar un requerimiento o apoyo, tienen que pasar por muchas manos y cuando hay que definir sobre las peticiones, todos se echan la culpa y muchas veces se van sin respuestas.
A pesar de lo que seguramente esta semana se anuncie sobre el trabajo realizado a nivel deporte en estos 100 días de gobierno, sin duda la falta de sensibilidad y atención hacia los deportistas, pero sobre todo el trato (mal trato) que reciben de esta nueva administración al frente del ciclista Manuel Youshimatz, han sido la constante, por el poco interés y el desgano. Mientras Moreno Valle y la mayoría de los integrantes de su gabinete van a mil por hora, su director del deporte avanza montado sencilla y cómodamente sobre una tortuga.
Tan sólo un ejemplo de lo anterior es lo que está sucediendo con las selecciones estatales poblanas que nos representan en la Olimpiada Nacional 2011, que se llevan a cabo actualmente en Yucatán y el estado de México, donde muchos de los deportistas poblanos han tenido que rifársela ellos mismos, ante las múltiples necesidades y atenciones que se requieren para una justa de este nivel, y donde los llamados delegados nombrados por el Instituto Poblano del Deporte no atan ni desatan, sobre todo cuando se habla de más de mil deportistas poblanos que viajan a estas importantes competencias.
Desde que parten los deportistas y entrenadores en autobús o camionetas del propio Instituto hacia estos selectivos, los problemas comienzan, y es que en varias ocasiones sucede que se contrata una camioneta a la cual le caben máximo 20 personas y resulta que los que viajan son más de 30, por lo que tienen que cancelar en ese momento el servicio y pedir mejor un autobús, y pues todos para abajo y a esperar…
O bien son 15 los deportistas de tal disciplina los que viajan y les llega un camión para 40 personas…
Pero quizá la cuestión más absurda en la que se ha incurrido durante esta desorganizada participación de los poblanos en la Olimpiada Nacional 2011, ha sido la que recientemente el propio Manuel Youshimatz protagonizó cuando muy valiente regaló (sabrá por qué interés) al H. Ayuntamiento de Puebla un total de 100 bicicletas para los menguados paseos ciclistas que organiza cada domingo el gobierno de Eduardo Rivera, pero cuando la selección estatal de ciclismo le solicitó sus propios velocípedos para representar al estado, el directivo, con la displicencia que le caracteriza, se hizo ojo de hormiga.
Pero claro, Youshimatz Sotomayor ya tiene en activo a su hermano Héctor Youshimatz en el recién inaugurado velódromo de Cuautlancingo para futuras competencias de ciclismo que vendrán a Puebla. Los antecedentes de los dos hermanos en otras entidades no son buenos, están relacionados con ciertos asuntos nada éticos y que tienen que ver con buenos negocios con los presupuestos dedicados a la promoción del deporte organizado.
Curiosamente, de lo poco que puede presumir el director del Instituto Poblano del Deporte con respecto al trabajo en estos 100 días de gobierno, ha sido la organización de eventos ciclistas, todos ellos con el aval de la Federación Mexicana de esa especialidad.
Pero la pregunta es: ¿por qué siempre con el ex presidente de esta federación, Armando Becerra, que cuenta con su empresa Sportiv?
¿Qué intereses hay detrás de esta relación?
Por cierto:
¿Cuánto se les cobra a los ciclistas visitantes por hospedaje y alimentación, en el recién construido Centro de Alto Rendimiento donde todos ellos pernotaron?
Se sabe que Manuel Youshimatz, a pesar de ser el titular, ha tenido muy poca presencia y visitas con sus selecciones estatales en esta Olimpiada Nacional en curso, donde los jóvenes deportistas poblanos pasan sus penurias.
Quizá eso se deba a que el funcionario morenovallista desde un principio declaró que los resultados en esta Olimpiada Nacional no son producto de su trabajo sino de la administración anterior, y eso es totalmente cierto.
Sin embargo, hace unos días estuvo en Colombia en un Congreso Panamericano de Ciclismo, donde el único poblano seleccionado fue precisamente él.
¿Querrá traerse otro evento ciclista para Puebla? ¿A cuántos más hay que cobrarles por hospedaje y alimentación? ¿Que no existen otros deportes?
Pero a pesar de la inquietud del director del deporte en Puebla por el ciclismo, donde sin duda es todo un tiburón (ganó alguna medalla olímpica en tiempos remotos), habrá que preguntarle por qué su funcionario y técnico Marco Polo Camacho, director del Deporte Municipal con Blanca Alcalá, no ha realizado ninguna feria de activación física en el estado.
Ésas que tanto presumió y organizó en su momento con la pasada administración municipal priista. Ésas que son un plan federal del gobierno panista calderonista y de las que no se ha visto una sola en 100 días.
Por cierto: a nivel administrativo, las cosas tampoco van del todo bien, ya que hasta el momento existe una demanda por despido injustificado de parte de una secretaria de nombre Ana María Loaiza, a lo cual hay que agregar que todavía no se les paga su correspondiente liquidación a los trabajadores que fueron despedidos desde el pasado mes de febrero, a pesar que ya se encuentran los cheques correspondientes, por lo que sin duda estos ex empleados tomarán medidas jurídicas.
Sí, no hay duda:
Youshimatz ha sido el “negrito” en el arroz del gobierno morenovallista.
Penosamente.