Protagonista hasta la médula, malagradecido consumado, Francisco Fraile abrió el sótano de los demonios al confirmar que el PAN y el morenovallismo en pleno cometieron fraude en la elección de 2018. Es decir: le robaron a Morena y a Miguel Barbosa.
Sin una sola prueba de sus dichos, como si dijera cualquier cosa, el otrora respetado “pastor” de Acción Nacional en Puebla desató un infierno con el que los panistas exhiben nuevamente su pobreza, al pelearse, ahora, por lo que pasó hace cinco años, en lugar de mirar a los próximos comicios, más todavía, cuando Morena les gana tres a uno, con cualquier candidato, en las mediciones.
Las afirmaciones del ex senador y ex candidato a la gubernatura también proporcionaron argumentos a los morenistas para descalificar a sus principales adversarios.
Peor, imposible.
Incluso, serán materia de una posible solicitud judicial para reabrir el caso de las elecciones de ese año, que, como todo mundo sabe, terminaron en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Hay que recordar la profunda crisis política en que se vio inmersa Puebla con ese proceso, que el finado Miguel Barbosa dijo reiteradamente que se lo robaron.
Luego del material que publicó el diario 24 Horas Puebla, que dirige el periodista Zeus Munive, con la explosiva entrevista a Fraile, lo más ridículo es que los panistas comenzaron una guerra intestina.
En Twitter, principalmente, se rasgaron las vestiduras por lo que hicieron o no en la sucesión pasada.
Fraile hizo señalamientos directos por el “robo de urnas” y aquel famoso “laboratorio electoral” del Hotel M&M, donde se armó una trifulca histórica.
“Ahora debemos admitir públicamente y con humildad que usamos un método equivocado…
“Ojalá que se acuerde Franco Rodríguez y todos los que se salieron del salón del Hotel M y M, que teníamos como centro de operación para tomar esas decisiones.
“No lo hicieron delante de mí, porque sabían que yo no aceptaría una pillería así para conseguir el gobierno a como diera lugar. El robo de urnas se discutió en los jardines, nunca en el salón donde trabajábamos”, dijo Fraile, quien además sugirió que, palabras más, palabras menos, el propio Rafael Moreno Valle -que lo detestaba- se lo confesó durante la celebración del triunfo.
De inmediato, por supuesto, vinieron las respuestas.
Metralla desde el mismo bando.
Escribió Jesús Giles, quien entonces era presidente del Comité Directivo Estatal (CDE):
“Ha sido la elección más auditada en historia (…)El M&M fungió ÚNICAMENTE como centro de recepción de actas (…) El único búnker del que formó parte @paco_fraile fue el de comunicación (…)
“Por todos era sabida, la animadversión que RMV (Rafael Moreno Valle) tenía hacia Paco, y de Paco hacia él (…) En lugar de señalar a panistas que han ganado elecciones, como @FrancoR01, debería exigir a la dirigencia actual, una verdadera operación cicatriz”.
Siguieron los panistas reprochándose ese verano de 2018.
El ex diputado y funcionario del morenovallismo, Pablo Rodríguez Regordosa arremetió:
“Así no @paco_fraile. Tus dichos son mentira, eres un malagradecido y sinvergüenza. Me consta que @MarthaErikaA te tendió la mano, te ayudó y te resucitó a la vida política. Así le pagas?”
También reaccionó la diputada federal Carolina Beauregard:
“La elección que ganó Martha Érika Alonso fue impugnada. Se abrieron todos los paquetes electorales y se recontaron los votos, dando como resultado que se ampliara la ventaja. Todo lo que se diga después de aquel hecho probado, es necedad, dolo, ignorancia, mala fe o todo junto”.
En medio de esta absurda -e innecesaria- guerra azul, que los distrae de lo importante y los muestra nuevamente sin ruta, sin rumbo y sin estrategia, habrá que recordarles su realidad.
La encuesta del BEAP, del especialista Rodolfo Rivera Pacheco, ubica a la alianza que encabezará Morena en Puebla, con 58.9 por ciento de las potenciales preferencias.
En tanto, la coalición opositora que encabezará el PAN, tiene 17.1 por ciento.
La realidad duele.
Y encima, el exabrupto o las “confesiones” de Fraile, rescatado del ostracismo por Martha Erika Alonso, a quien ya muerta acuchilla.
Y Morena muriéndose de la risa ante el PAN… y el circo que armaron ¡los propios panistas!
Ya el secretario general de Morena en Puebla, Agustín Guerrero Castillo, pidió que se reabra el caso, que descansaba en santa paz.
“Ejerceremos nuestro derecho para que esto se aclare y estos hechos no queden impunes”, escribió en Twitter y acompañó su proclama con un video.
(El tema, me parece, será tema electoral en 2024 e irá en contra del PAN y su candidato o candidata a la gubernatura).
Como remate, hasta el senador Alejandro Armenta, con un tono irónico, invitó al deslenguado Fraile a incorporarse a las filas de Morena.
¡Con esos amigos para qué quiere amigos el PAN!
¡Lo que se ve, y se escucha, en esta Puebla levítica y kafkiana, donde todo, todo puede pasar!
MARIO RIESTRA, EL DESTAPE Y EL COBIJO
En su Segundo Informe Legislativo, el diputado federal poblano Mario Riestra Piña mostró un músculo que sólo puede estar presagiando la ruta hacia 2024 y la capital poblana.
“Hay Riestra para rato”, dijo.
La lista de asistentes, algunos de nivel nacional, mostró cobijo y unidad en torno al político panista, que huele a consenso.
Veamos: los coordinadores de Acción Nacional en la Cámara Baja y el Senado, Jorge Romero Herrera y Julen Rementeria, respectivamente.
Por supuesto, el alcalde de Puebla capital, Eduardo Rivera Pérez.
El aspirante presidencial del PRD y ex gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles.
Compañeros diputados federales y locales de Riestra, de los tres partidos que integrarán la coalición Va por Puebla.
Políticos priístas, panistas, perredistas y hasta de Movimiento Ciudadano, como presidentes de algunos de esos institutos.
Versiones de un antagonismo irreconciliable del mismo PAN: la actual dirigente estatal, Augusta Díaz de Rivera, y su antecesora, Genoveva Huerta.
Otros nombres: Pepe Chedraui, Blanca Alcalá, Jesús Zaldívar, Jorge Triana, Marcos Castro, Carolina Beauregard, Fernando Morales, Eduardo Alcántara, Oswaldo Jiménez, Mónica Rodríguez, Nancy Jiménez, Ana Teresa Aranda, Aurora Sierra, Nadia Navarro…
Y algunos resucitados desde el más allá: Javier Lozano y Jorge Aguilar Chedraui.
Ahí está el mensaje.
Para quien sepa leerlo.
Pero más, para quien pueda entenderlo.