A más tardar el viernes 16 de junio, la aspirante y los aspirantes de Morena a la Presidencia de la República habrán dejado sus cargos. Irán a una contienda de 90 días, para definir al candidato o candidata para la competencia constitucional que, en el papel, se prevé como un día de campo para el régimen. Unos han renunciado a sus puestos en la administración pública federal, otros han solicitado licencia a sus cargos de elección popular. ¿Quiénes son los damnificados en Puebla tras la salida de sus jefes políticos?
Las reglas de la interna del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) establecen que, para este fin de semana, todos y ellas (Claudia Sheinbaum y Yeidckol Polevnsky, que ayer se subió al tren) deben estar sin cargo en funciones.
Se habrán registrado ya en su partido.
Por escrito habrán manifestado su intención ante la Comisión de Elecciones.
Habrán acompañado su carta con dos propuestas de empresas encuestadoras, para las mediciones espejo.
Del 19 de junio al 27 de agosto, recorrerán el país “para informar sobre los logros de la 4ta transformación y promover la democracia”.
En otras palabras, harán campaña.
De ese proceso, saldrá el titular o la titular de la Coordinación de Defensa de la Transformación (CDT).
Han dejado o lo dejarán sus cargos en las próximas horas:
Marcelo Ebrard Casaubon, hoy ex secretario de Relaciones Exteriores.
Ricardo Monreal, ex presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.
Adán Augusto López Hernández, casi ex titular de la Secretaría de Gobernación federal.
Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Y la autoinvitada de última hora: Polevnsky, diputada federal de Morena.
Las salidas de los encargos que tuvieron todos y todas desde 2018 (algunos los asumieron en septiembre y otros en diciembre de ese año), deja damnificados en Puebla.
Seguramente muchos.
Pero enlistemos algunos de los más visibles.
Julio Huerta, el secretario de Gobernación del estado y coordinador en Puebla del proyecto de Claudia Sheinbaum, tendrá que dejar alguna de esas posiciones.
Las reglas de la interna morenista prohíben a funcionarios, legisladores, alcaldes, gobernadores y más, pronunciarse por alguno de los contendientes.
Lo más probable es que en este tiempo, esos 90 días de competencia interior, el señor Huerta -sobrino del finado Miguel Barbosa- no podrá fungir como coordinador de ella si es que quiere seguir siendo titular de la Segob estatal.
En tanto, algunos están volteando a ver la Delegación en Puebla de la SRE y esperan que, luego de la renuncia de Ebrard, se vaya también la titular estatal, Sandra Gonzáles de Yta.
Pero no.
Aunque llegó a ese cargo con él como jefe, en realidad ella tiene su propia trayectoria y además es senadora suplente del Partido del Trabajo (PT).
Compitió en la segunda fórmula en 2018 en sintonía con Nancy de la Sierra, quien hoy tiene el escaño como propietaria.
De la Sierra ya ni petista es, mientras la delegada sigue en la Cuarta Transformación (4T).
Cuentan que incluso, hace más de un año, el diputado federal Ignacio Mier le echó el ojo al cargo de Sandra, para colocar a su amigo Paco Ramos, pero no lo consiguió.
Recordarán que varios columnistas -porristas de Mier- escribieron que el ex priísta Ramos llegaría a la delegación, pero fallaron.
La verdad es que González de Yta se ha mantenido trabajando y ha logrado abrir ya varias oficinas de pasaportes, por lo que no tendrá por qué verse afectada.
Uno que sí resentirá que su jefe haya dejado el cargo, aunque no cobraba en la estructura de la SRE es el diputado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Juan Carlos Natale.
Él intentó, sin éxito, promocionar a Marcelo en Puebla.
Ni pudo, pero también parece que no quiso hacerlo a fondo, a pesar de que tuvo el respaldo de funcionarios de la Cancillería que se dieron sus vueltas en Puebla para esos fines.
Veamos ahora el caso del casi ex titular de Segob federal, Adán Augusto López Hernández.
Quien más pierde con su salida es, sin duda, Ignacio Mier, que también es corcholata poblana.
Hacía bastante tiempo que el tabasqueño apoyaba e incluso salvaba el trabajo al poblano en la coordinación de San Lázaro.
Muchos acusaron que el verdadero coordinador de la mayoría lopezobradorista era el secretario.
En los tiempos más intensos de las últimas reformas, Adán Augusto estaba un día sí y el otro también en la sede de la Cámara de Diputados.
Mier se queda sin el apoyo de quien fungió, de facto, como su “hermano mayor”.
Algo similar se podrá decir de la salida de Ricardo Monreal del Senado, en donde estos casi cinco años fue el padrino de Alejandro Armenta.
El poblano fue la mano derecha del zacatecano para varios temas y, en reciprocidad, el hoy presidenciable lo cobijó.
Ahora, Armenta se queda sin él, al menos por varios meses.
Si, como dicen los políticos, todo suma.
Entonces demos por hecho que, también, todo resta.