A pesar de su tradicional juego doble (y hasta triple), el PVEM -la mafia verde- ha decidido apoyar a quien se ve como casi segura candidata de Morena a la Presidencia de la República.
Por todo el país se han sumado a Claudia Sheinbaum Pardo legisladores locales, comités estatales y municipales y las bancadas del Congreso de la Unión.
Pero en Puebla, el Verde es un lunar, raro, extraño y de apariencia desagradable.
Aquí, la familia Natale, el dirigente de facto y diputado federal, Juan Carlos, y el presidente estatal y diputado local, Jimmy, le endosaron el partido a Marcelo Ebrard, sin condiciones y muy adelantadamente.
Grave error.
Este miércoles, la jefa de gobierno de la Ciudad de México encabezó la clausura Convención Nacional del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
El título del encuentro fue “Repensando el futuro en verde”.
Los dirigentes nacionales literalmente le levantaron la mano.
Porras.
Halagos.
Abrazos.
Risas.
Gritos de “presidenta, presidenta”.
En los hechos, la convirtieron en su candidata a 2024.
“Estoy lista y estoy fuerte para lo que viene.
“¡Que viva el presidente López Obrador!, ¡Que viva el Partido Verde! y ¡Que viva Morena también!”, dijo ella.
Fue una postal adelantada.
Un flashforward de lo que ocurrirá el próximo año.
La abanderada (perdón, aspirante) presidencial llamó a la reedición y unidad de la coalición Juntos Hacemos Historia: Morena-PT-PVEM.
Mientras eso ocurría en la capital del país, en Puebla se escuchaban grillos que apenas opacaban un silencio sepulcral.
Los Natale, entregados a Ebrard, salieron a llorar y a condicionar la alianza con Morena en el estado.
Las carcajadas no se hicieron esperar…
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Más allá de todo lo anterior, la verdad es que la operación de Juan Carlos Natale López ha sido deficiente.
Es él la verdadera cabeza del verdeecologista poblano.
Pareciera que no se aplicó a fondo en la promoción de su “jefe” Marcelo Ebrard.
Su único acierto, eso sí, muy lucidor, fue el acto multitudinario que el canciller -dejará de serlo el lunes, por su renuncia- encabezó el pasado 15 de abril.
El aforo fue de miles, aunque nunca como los que Claudia Sheinbaum ha tenido en Puebla.
La promoción que intentó Juan Carlos Natale de Ebrard en Puebla fue siempre fallida.
Se cerró a unos cuantos medios.
Fue elitista.
Falto de profesionalismo.
Con un buen discurso, pero ni siquiera formalidad y puntualidad ante los medios.
A mediados de febrero, el diputado federal trajo, con una gran expectativa, al director de Comunicación Social de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER), Esteban González.
Fue parte de la campaña de promoción de Ebrard.
A alguien se le ocurrió reservar asientos VIP y prohibir que se sentaran ahí muchos de los directores de medios que invitaron.
Sembraron así para Marcelo Ebrard una animadversión mediática de la que no se ha podido reponer.
Otro botón de muestra:
Su equipo anunció que este viernes hay acto de apoyo al todavía canciller en Tepeaca.
Primero presumieron, como si de verdad fuera importante, la presencia de Natale.
Luego, que ya no….
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Con estos carnales en Puebla…
Para qué quiere enemigos Marcelo.