Con el triunfo de Delfina Gómez Álvarez y Morena en el Estado de México, que ha terminado con un dominio de 96 años del PRI, el país prácticamente se pintó de guinda, color de ese partido, y ahora el régimen gobierna a 7 de cada 10 mexicanos. La oposición se ve abatida, el sistema invencible, pero además con margen para cometer excesos y errores. En ese contexto, comenzó formalmente este lunes, la ruta sin retorno a la sucesión presidencial.
El próximo domingo 11 de junio, el Consejo Nacional del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) sesionará para, entre otros temas, integrar la comisión que elaborará el Proyecto de Nación 2024-2030.
Pareciera mero trámite.
Pero no.
Ese proyecto podría perfilar, inequívocamente, al candidato o candidata.
Se espera que, en la redacción fina y las “letras chiquitas” esté confeccionado un traje a la medida para quien será ungido o ungida como abanderado o abanderada a 2024, para suceder a Andrés Manuel López Obrador.
Mucho se advirtió que luego de las jornadas electorales del 4 de junio, en Coahuila y el Edomex, comenzaría formalmente la carrera sucesoria.
Formal y burocráticamente, en Morena.
Políticamente entre sus grupos.
Pronto vendrán los tiempos en el calendario partidista.
Las fechas para participar.
Para las encuestas.
Para los requisitos.
Las formas y los fondos.
Será cuestión de semanas, se calcula, para que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) emita la convocatoria.
Puebla juega, por supuesto.
Ha jugado todo este tiempo.
Es el estado con el quinto Padrón Electoral más nutrido.
Se ha caracterizado desde 2006, por ser una plaza lopezobradorista.
Las corcholatas, al menos dos, tienen aquí sus propias corcholatas.
Este sábado la presencia de Claudia Sheinbaum perfiló que si bien hay piso parejo hacia 2024 en la entidad, como ha procurado el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, también hay afectos inocultables.
En una jugada de alto riesgo, el próximo sábado, las huestes de Nacho Mier traerán al secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López Hernández, al estadio de beisbol de Tecamachalco.
Ahí está el coto de la familia Mier.
Pero es riesgoso.
El lugar es pequeño.
La convocatoria puede ser muy buena, pero nunca comparable con la que cobijó a Claudia Sheinbaum.
Más de 50 mil asistentes, como en el Centro Expositor, no es fácil replicarlo.
El riesgo es para el titular de Gobernación federal.
Que se quedé muy por debajo en seguidores.
Así las cosas.
La sucesión, que comenzó ya hace tiempo, formal y políticamente arrancó este lunes.
Con un país pintado de Morena.
Una oposición inoperante y soberbia.
Y un sistema que parece invencible.