Con un resultado más que previsible, cerca de 90 mil integrantes de la comunidad de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) elegirán este lunes a su próxima rectora. Con ello también marcarán nuevos tiempos para la máxima casa de estudios del estado, con la llegada por primera vez de una mujer y un puente que se traza también hacia un relevo institucional y generacional, en el corto plazo.
Seamos completamente francos: Lilia Cedillo Ramírez tiene todos los apoyos y se levantará con el triunfo en el proceso electrónico que comienza este 20 de septiembre a las 08:00 horas.
La única duda que está en el aire es el tamaño de la aplastante victoria que se espera de la directora del Centro de Detección Biomolecular, con casi 40 años de trayectoria en la BUAP.
El pasado viernes, el último día de campaña oficial por la Rectoría, el Consejo Universitario escuchó las propuestas de los candidatos y, distinto de lo que se podría pensar, las debatió.
Para ninguno de los tres aspirantes fue un día de campo, aunque cada quien decidió aprovechar su tiempo como mejor le convino, en las propuestas o en la descalificación.
Ese es un tema personal.
Lo cierto es que la contienda, a pesar de apreciaciones particulares, fue pareja.
Tanto Guadalupe Grajales y Porras, como Ricardo Paredes Solorio y Cedillo tuvieron los mismos espacios y oportunidades.
En ese sentido fue un acierto la logística de la contienda, a través de una plataforma virtual específica.
Llamó también la atención una de las declaraciones del final de su campaña que realizó Lilia Cedillo.
Se comprometió a impulsar una buena relación, de respeto, con el gobierno estatal encabezado por Miguel Barbosa Huerta.
Una que hace falta.
También ofreció fortalecer la transparencia en el uso de los recursos de la institución.
Es oportuno este compromiso.
Mucho.
Porque ha llegado el momento de la definición.
Este lunes la Comisión Electoral del Consejo Universitario realizará, desde las 08:00 horas y hasta las 18:00 horas, el proceso electoral o la auscultación sectorial electrónica de la comunidad universitaria.
La votación, pues.
Será a través de la página web eleccionrectoria2021.buap.mx.
Es una elección distinta e inédita.
La BUAP no se ve en el horizonte como trampolín político.
No en este proceso.
Tampoco el rector que dejará el cargo, Alfonso Esparza, utilizó a la BUAP para aspiraciones políticas personales.
Ojalá tampoco lo sea para quien resultará ganadora.
Lilia Cedillo, quien contó con el respaldo de la estructura universitaria, centró su estrategia en trabajar hacia adentro de la institución, se alejó de la confrontación y realmente mantuvo un perfil discreto.
Hoy será el día que ella se convierta en la primera mujer rectora de la BUAP.
Luego de este lunes, también se ve un puente hacia la renovación generacional de la actividad política interna de la Universidad.
El resultado está cantado.
Los tiempos que vendrán son nuevos para la máxima casa de estudios de Puebla.
Y la primera tarea de la nueva jefa universitaria será, quizá, reconstruir esa deteriorada relación con el gobierno estatal y hacer a un lado los intereses de grupos internos que tal vez quieran manipularla o imponerle condiciones a cambio de mantener la gobernabilidad de la institución.
Que sea por el bien de la BUAP.